Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



ESPACIO

UN ESPACIO PARA CONTAR LO QUE ME DA LA GANA


viernes, 29 de abril de 2011

¡Qué pena!

Prometo no volver a hablar de fútbol en muuuuucho tiempo, pero lo que está pasando últimamente es muy triste. Volvemos a las andadas entre Madrid y Barça. ¡Con lo bien que llevabamos las relaciones desde hacía años! Y es que estas cosas pasan en las mejores familias, pero también es cierto que las mejores familias se pueden convertir en las peores con que haya alguien (o alguno más, sí, por uno y otro lado) que quieran tocar las narices y enmierdar el tema. Y se entra en una espiral de malas maneras que ya es muy difícil para. Así que, con un poco de suerte, se matan entre ellos y a los demás nos dejan en paz.
Amén.

miércoles, 27 de abril de 2011

El temible virus portugués (disertaciones sobre un bacilo gafe)

Ayer escribí acerca de la ristra de clásicos Madrid-Barça de estos días. Me ratifico en mis palabras. Y no sólo eso, sino que el resultado y el espectáculo extradeportivo que acaeció en el campo, incluso en el túnel de vestuarios, me ha dado mucho que pensar.
Hace seis años, cuando la hegemonía del Madrid era clara en la liga, los jugadores de nuestra selección nacional se llevaban a las mil maravillas. Mérito de Luis Aragonés… y de los propios jugadores que, sin importarles los colores de sus clubes, eran una piña dentro de la selección. Los clásicos Madrid- Barça eran intensos en juego y emoción, y también una balsa de aceite entre los contendientes. Cuando fue el Barça el que creció y se coronó como mejor equipo del mundo (y uno de los mejores de la Historia), los jugadores se seguían llevando a las mil maravillas. ¿O no fue así cuando el Madrid perdió 2-6 en el Bernabéu? Ni un mal gesto, ni una entrada sucia… Y sus presidentes mucho tenían que ver también con esa placidez.
Tanto bien se llevaban todos que se fueron juntitos a un Mundial. Y, mérito de Vicente del Bosque… y de los jugadores, lo ganaron. Y allí sólo había buenas palabras, buenos gestos, compañerismo, ilusión y buen rollo común. Era la culminación de buenas relaciones desde hacía mucho tiempo entre todos los equipos de la Liga, pero sobre todo entre Madrid y Barça. Inlcuso con la famosa y odiada "manita" a principios de tenmporada, hubo casi "buen rollo".
Ahora, con la aparición y desarrollo del ínclito José Mourinho en nuestro país, las cosas se han dado la vuelta como un calcetín. Los jugadores de la selección se pelean, se escupen, se pisan, se dan patadas, fingen como nenazas… sí, unos y otros, y todo gracias a Mourinho, porque antes se jugaba igual… ¡No! Antes los dos equipos jugaban al fútbol (mejor o peor) , y no pasaba nada.
Mourinho, el pobre, está infectado. Ha ganado de todo en Portugal, y Portugal ha tenido una selección que daba pena. Ha ganado de todo en Inglaterra, e Inglaterra ha tenido una selección que daba pena. Ha ganado de todo en Italia, e Italia ni siquiera ya tiene una selección digna de calificación. ¿Casualidad? Siento decir esto, pero me parece que este hombre va sembrando mierda por donde pasa. Flaco favor le hace al Real Madrid en particular y al fútbol español en general. Espero que España, después de lo visto ayer entre los jugadores de la selección nacional de Madrid y Barça, no se contagie de este imbécil virus y Del Bosque tenga la vacuna contra el contagio, porque de otra manera vamos todos dados. Y si no, tiempo al tiempo.
Escrito queda y espero no tener que recordarlo más adelante.

Muchos clásicos (y no me refiero ni a Platón ni a Aristóteles)

No puedo más. Tanto clásico de las narices entre el Madrid y el Barça, tan seguido, con tanto bombo forzado e inventado en ocasiones por los medios de comunicación, que ya me suena casi a prensa rosa. Además, al estar tan seguidos los partidos, me parecen una tele-novela de esas que lanzan sin anestesia las cadenas en las sobremesas o, como decía antes, un programa del corazón. Que ahora un defensa ha dicho no sé qué; que el entrenador contrario ha dicho no sé cuántos; que el presidente se queja de tal y que el vicepresidente del otro se acuerda de cual. ¡Como niños! Me gusta el fútbol, me gusta mucho, pero esto nos ha sobrepasado. Se ha descafeinado, tanto para los que ganen como para los que pierdan, porque es que ya ni el Barça farda de tener la liga entre sus manos ni el Madrid lo hace con la Copa recién conquistada. Y ni siquiera los hinchas y aficionados de uno y de otro se tiran puyitas en las oficinas, en los bares, en las casas. ¡Qué pena! Al menos, tanto atracón de clásicos ha sido producto de la suerte y de que ambos se han ganado el estar ahí, porque si alguien lo llega a hacer adrede… no le podía haber quedado peor.

lunes, 18 de abril de 2011

Un mes sin escribir


Un mes sin escribir... sí, pero no porque no haya querido, o porque haya tenido excusas para no hacerlo, o pocas ideas que plasmar en este Blog. En cualquier caso, para eso lo titulé “Lo que se me pinta” y ya lo advertía en la primera entrada: lo haré cuando quiera… o cuando pueda, que éste ha sido el caso.

Y es que en este mes he sido víctima de las mieles actuales, de las futuras y de las pasadas. Porque en un mes me he quedado sin trabajo. También la editorial que tenía firmada la publicación de mi novela “El cooperante” para el año que viene ha cesado en su actividad comercial, ha rescindido mi contrato de edición y, al menos, me ha devuelto los derechos de autor.

Ahora, que todo parecía que me daba la espalda, hay una nueva editorial que se interesa por mi novela, y además el futuro me obsequia con un nuevo trabajo (en ambos casos, como no tengo la seguridad absoluta, cruzo los dedos y lo dejo en manos de Judas Tadeo). Al menos, mi novela “La Torre del Gallo” verá la luz próximamente. Esa sí es segura. Y se lo agradezco desde aquí a Editorial Ledoria, que se está portando fenomenalmente conmigo.

Este mes sin escribir, básicamente porque tenía la mente sin ganas de juntar letras y los cinco sentidos en entregar el original definitivo de “La Torre del Gallo”, ha dejado temas muy jugosos que, por haber dejado de estar de plena actualidad, quedarán de momento en el olvido. Pero bien que me hubiera gustado hincarle el diente a asuntos como las ganas de viajar en bussines que tienen los caraduras de los eurodiputados, o como la central nuclear japonesa, que se va a pique poco a poco (lo que hará que me coma con patatas una de mis entradas a este Blog), o la caída libre de nuestra economía… o tantos otros.

Pero hay uno que no quiero dejar pasar, un tema muy personal y que quiero compartir con todos. Y es que este mes turbulento y agresivo me ha dejado absoluta y definitiva constancia de que estoy muy bien rodeado de excelentes amigos. Y eso, señores, no se paga con dinero. Así que, gracias a Dios o al diablo, la verdad es que gracias a ellos (y quizá a mi desaprensión) no he dejado de dormir todo este tiempo como un niño pequeño. ¡Así da gusto!

Mil gracias.