Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



ESPACIO

UN ESPACIO PARA CONTAR LO QUE ME DA LA GANA


jueves, 30 de junio de 2011

Gordos maleducados


No quiero despedir junio sin haber escrito nada en todo el mes. La verdad es que me han pasado suficientes cosas como para rellenar unos cuantos días: un trabajo nuevo y la próxima publicación de mi segunda novela me han tenido más que atareado. Pero de hoy no pasa.
Y la idea para escribir hoy en este indisciplinado blog me la ha dado una noticia que ha salido en todos los medios de comunicación, aunque sólo uno haya dado en el clavo: “El 50% de los niños españoles son obesos”. La mitad de los retoños del país van para focas. Lo más chocante es que parece ser que las grasas se ceban con aquellos que tienen menos recursos económicos, y también con aquellos que comen en casa. ¿Por qué? Onda Cero lo achacaba a la educación de los menores (y de sus mayores). Y yo estoy de acuerdo, aunque creo que el alcance es mucho mayor, y no me refiero a terminar siendo víctimas de un endocrino de por vida, sino a que los problemas de educación en este país van a terminar por conducirlo al suicidio.
Sin educación no somos nada, no podemos valernos por nosotros mismos. Quedamos desamparados en manos de gente que SÍ ha tenido educación y que es capaz de MANIPULARNOS hacia el lado que más les conviene, hacia la izquierda, hacia la derecha, hacia los extremos, hacia Bildu, hacia el nacionalismo moderado o radical, hacia la misma mierda si ésta está buena y se llama grasas saturadas o marihuana. Es lo mismo. Y los partidos políticos siguen modificando las leyes educativas cada legislatura para formar auténticos tarugos vacíos de contenido que sean capaces de votarles. Y ya vemos que la falta de educación no sólo sirve para gobernar sino también para engordar, para no tener criterio, para que cualquiera con dos dedos de frente y un poco más de cultura de la que uno tiene te quite el puesto de trabajo aunque no hable tu idioma y cobre lo mismo que tú, incluso más si me apuras.
Con la educación no se juega porque es más importante que comer. A ver si alguien lo entiende de una puta vez. Lo siento, he dicho “puta”, pero es que la mitad de mi educación ya la recibí en democracia.