Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



ESPACIO

UN ESPACIO PARA CONTAR LO QUE ME DA LA GANA


martes, 26 de junio de 2012

Un futuro ignorante

¡Qué daño ha hecho la LOGSE!
Ley Orgánica de Ordenación del Sistema Educativo. Las siglas de la Logse esconden una verdad de la que muy pocos son conscientes: no miente cuando habla de una ordenación, ya que lo que hizo la ley fue ordenar al sistema educativo irse directamente al cubo de la basura. Y todo por un quítame allá esas pajas del posfranquismo y la época de la UCD de Adolfo Suárez.
El español, como buen vividor, tipo poco esforzado y, sobre todo, ignorante, decidió que, una vez muerto el enano cabrón, lo más conveniente era darle una vuelta de tuerca de 180 grados a toda la vida española (política, social, económica, escolar…) para recuperar el tiempo perdido y hacer todo lo que no había hecho en los últimos cuarenta años. Pero como la dictadura también nos dejó con la cultura justita, el españolito de a pie se le fue la mano y pasó de querer libertad al más puro libertinaje, al nada importa, a la movida madrileña como ley de vida.
Lo que me cabrea sobremanera es que los dirigentes políticos, tipos en los que, en aquella época, se les presuponía un tinte de madurez y modernidad, sobre todo a esos socialistas que habían pasado la mitad de su vida estudiando en la clandestinidad o exiliados pidiendo libertad, les diera por montar un sistema educativo sectario, partidista y contrario a toda lógica, sólo y únicamente por la triste y tonta razón de hacer lo contrario que había hecho Paco-Paquito. Si con el pequeño fascista había que estudiar, con Felipe no se estudiaría. Que antes había que pasar de curso con nota, pues ahora podríamos ir con cuatro colgando (aparte de hacerlo sin vergüenza y casi a mucha honra). Todo el mundo era válido, incluso aquel al que el cociente intelectual apenas le daba para levantar la cuchara y llevársela a la boca, podía llegar a ser catedrático o economista.
No me extenderé porque todos sabemos de lo que hablo. El resultado no es el anecdótico de las faltas de ortografía o gramática en personas que ya cumplen los treinta años, personas incapaces de escribir una carta o un correo electrónico correctamente, personas que no saben expresarse ni siquiera de forma verbal. Lo peor de todo es que esas mismas personas, sin culpa de haberse visto inmersas en un sistema educativo nefasto, han resultado ser ignorantes, incultas, sin conocimientos de ningún tipo, personas que no saben orientar su vida y que, además, no tiene base teórica (ni muchas veces moral o ética) para trabajar, sea por cuenta propia o para los demás, mucho menos para una comunidad como políticos o cargos públicos.
Es que, gracias a la LOGSE, a este país ya no hay por dónde cogerlo.
La LOGSE nos ha dejado la herencia de varias generaciones incapaces de soportar un país, incapaces de levantar un país, una generación mediocre y perdida que, mucho me temo, vamos a tener que rellenar de inmigrantes europeos mejor preparados que nosotros. Y además vamos a tener que estar tutelados por extranjeros que, gracias a su esfuerzo, saben trabajar, saben resolver problemas, saben innovar, saben crecer. La LOGSE nos ha condenado a vivir en la mierda o a vivir mejor pero cedidos a manos ajenas.
Si queremos un país libre, independiente, con futuro, con capital humano, por favor, que los políticos que generan leyes educativas se dejen de ideales gilipollescos y trasnochados y trabajen por montar un sistema educativo que sea productivo para los niños de ahora, niños que, por si no lo saben, como continúen por la senda de la ignorancia y la incompetencia, serán los mismos que terminen de hipotecar España y de mandarle a usted, sí, a usted, querido lector, a un asilo tercermundista cuando cumpla los setenta, un lugar tétrico y mal acondicionado donde se morirá de asco y de pena.
La educación de los niños es tu presente y tu futuro.

lunes, 25 de junio de 2012

Dos meses sin escribir... pero tengo excusa.

Un par de meses sin escribir son demasiados para alguien como yo, que trata de mantener un blog medianamente actualizado. También es cierto, y no es por buscar excusas, que la vida desde mi último post ha dado muchas vueltas y me ha dejado sin tiempo para aportar aunque fueran un par de líneas de opinión, incluso cuando la actualidad me servía en bandeja jugosos temas.
Para comenzar a hacer boca e hilar un poco con el último artículo, me es grato corroborar que aquel vaticinio que hacía dos meses atrás sobre el éxito de un programa serio y profesional de televisión como pensé que era “Número Uno”, se ha cumplido y ha superado incluso las expectativas más optimistas. Es gratificante saber que aún conservo un poco de olfato en este sentido.
Pero a punto de cumplirse dos meses de este artículo, la actualidad ha sido machacona e impertinente, monótona y cruel, siempre dando vueltas sobre lo mismo, volviéndonos locos con primas de riesgo, bolsas que caen en picado, Hadas Madrinas llamadas Merkel que lo único que hacen es putear al personal, y miembros del gobierno corriendo como pollos sin cabeza, hartos de buena voluntad pero incapaces de hacerse con la situación, fundamentalmente porque la situación les supera, a ellos, a mí y a todo el mundo.
Mi opinión es que ya era hora de que las cosas se tranquilizaran un poco, que lo mismo este remanso en el que vivimos ahora dura menos que una saliva en una plancha, que algo es algo, pero no menos cierto es que Rajoy tenía que haber dado un puñetazo en la mesa hacía tiempo amenazando a la teutona con sacar a España del euro, y sanseacabó. Entonces, todo lo que ha ocurrido en la última semana habría sucedido hace un par de meses y nos habríamos ahorrado muchos disgustos. Como bien reconoce ahora medio planeta, ni la economía europea, ni la estadounidense, ni la china, ni la emergente, se pueden permitir el lujo de una España renqueante, mucho menos en quiebra. Eso sí, en tanto esperaban la llegada del terremoto con la prima de riesgo cerca de los 600 puntos, se han divertido de lo lindo haciendo caja a nuestra costa.
Esto de la economía es tan aburrido que, salvo excepciones, me comprometo a no habar de temas tan soeces en mucho tiempo, exactamente lo mismo que prometí con los clásicos entre Real Madrid y Barcelona, por cierto, promesa que he cumplido a rajatabla.
Por último, y aunque las excusas no sirvan para mucho, pedir disculpas a todos aquellos que me siguen en este blog. No sirven de mucho pero les explicaré que mi silencio ha estado causado por el inicio de una nueva novela, un viaje mitad placer mitad documentación para esta nueva historia, la corrección de otra novela que publicaré en el mes de noviembre y, sobre todo, por haber quedado FINALISTA del XVII Premio Fernando Lara de Novela (Grupo Planeta), que si bien lo único que he conseguido ha sido una cena en los Reales Alcázares de Sevilla –y una buena mención para ir completando mi curriculum- la noticia me sorprendió y me impactó tanto que me dejó incapacitado para escribir durante alguna semana que otra. Es lo que tiene ser un tipo nervioso cuando a uno le reconocen su esfuerzo y su trabajo con una distinción de tal categoría. De cualquier forma, estoy agradecido pero el subidón ya se me ha pasado.


El autor junto a José Manuel Lara en la entrega del XVII Premio Fernando Lara de Novela, en el patio de banderas de los Reales Alcázares de Sevilla.
 

Ahora, a trabajar.