Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



ESPACIO

UN ESPACIO PARA CONTAR LO QUE ME DA LA GANA


martes, 31 de diciembre de 2013

Adiós para siempre

Adiós para siempre, 2013. ¡Vaya caca de año! ¡Una mierda! Los más supersticiosos ya se lo temían, que terminando en trece nada bueno podía traer. Por hacer un poco de memoria, este año que termina ―gracias a Dios, al diablo o simplemente al paso de los segundos― hemos visto morir a personalidades que marcaron una época, para bien ―Nelson Mandela― o para mal ―Hugo Chávez―. La Casa Real se las ve y se las desea ―y lo que le queda― para seguir ahí arriba, lugar donde hasta ya dudo yo, “Juancarlista” convencido, de que les corresponda.
También seguimos viendo cómo el ser humano continúa siendo un animal irreflexivo, manipulable, ambicioso, avaro, egoísta, terrenal. De ahí la campaña independentista en Cataluña, beneficio de unos pocos en pro de no sé qué coño y para beneficio de los mismos que están en el poder. También se aprueba una ley de educación con la que no comulgo simplemente por el hecho de no ser consensuada, y de eso tienen la culpa todos, el PSOE, el PP y el resto de fuerzas políticas, porque mucho quejarse ahora pero en cuanto alcanzan el poder hacen de su capa un sayo. El político que gire el timón y haga una ley consensuada pasará a la historia, dará nombre a calles, a colegios y hasta a premios internacionales. Y con la ley del aborto pasa otro tanto. ¡Hasta en el PP han salido voces críticas!, pero eso de ponernos de acuerdo para hacer algo no mola.



El que sí mola ―no todo podía ser malo― es el nuevo Papa, un argentino con los arrestos suficientes como para darle un revolcón al Vaticano y al rumbo que estaba tomando el cristianismo. Si no se lo cargan ―en el sentido literal de la palabra― está llamado a hacer cosas grandes, a conseguir una modernidad que no será total pero que pondrá a la Iglesia más o menos en su sitio. Le pido a Dios ―o al universo― que le dé fuerzas para hacer cosas buenas y, puesto a ello, a comerle el coco a la gente de buen rollo.
Y ahora nos queda el 2014, que no va a ser moco de pavo, porque si bien este año que hoy acaba ha sido como para enmarcar en la galería de los horrores, aún nos queda un webo por hacer, y no me refiero a salir de la puta crisis, que antes o después se termina saliendo, sino a meterle mano de verdad a lo importante, a la política de este país, a la educación de nuestros niños, que es lo más importante porque, si todavía usted no se ha dado cuenta, serán quienes cuiden de nosotros dentro de 30 años, y por lo que veo, nos meterán en un corral como al ganado para ver cómo morimos lenta y solitariamente mientras ellos practican al 100% lo que mes hemos enseñado: pasárselo bien sin mirar a quien y sin importarles una mierda el resto del mundo. Por eso, dejaran palmar a sus mayores, y a los pobres, y a los oprimidos, y a todo Dios.
No quiero ser apocalíptico porque en estos tiempos si uno no practica el optimismo es mejor que se vuele la tapa de los sesos ―consejo que, por cierto, les doy de todo corazón a terroristas, políticos corruptos, pederastas, violadores y asesinos, todos ahí, de la misma calaña y en el mismo grupo―. Lo que sí quiero es que, a ser posible, el día 2 de enero no se nos hayan olvidado los buenos propósitos.
Ya, claro, misión imposible. Pues vamos dados.
Feliz año, al menos, hasta las doce del mediodía.

P.E.: Schumacher: nunca me has caído simpático, pero tienes que salir de ésta para demostrar que las cosas se consiguen con esfuerzo, suerte y dos webos. Abrazo gordo.



martes, 17 de diciembre de 2013

Nace una nueva civilización


Tanta mierda me tiene aburrido, tanta denuncia por corrupción, por egoísmo, por corteza de miras… ¡Ay!, por todo. Lees un periódico y crees que el noventa por ciento de las noticias son invención de un escritor de ciencia ficción. No hay dos columnas limpias donde no salga un corrupto o simplemente un hijo de puta, desde políticos a futbolistas, pasando por empresarios, sindicalistas, artistas, duques consortes o jueces prevaricadores, manifestantes agresivos, escritores, editores, comunicadores, televisiones privadas o autonómicas… La mierda y la podredumbre nos rodea y yo me siento ya sin fuerzas y sin argumentos para luchar contra ella, para alzar la voz y aportar mi granito de arena.
Creo que estoy liquidando mis energías a precios de saldo porque lucho contra un enemigo equivocado. Y es que el mundo cambia, y la civilización tal y como la conocemos se va poco a poco por el desagüe. Cambian los valores. Ya les pasó a los egipcios, a los mayas, a los griegos y a los romanos. Los fundamentos de nuestra civilización se deshacen transformándose en otros que darán lugar a una nueva cultura. Igual que los hombres primitivos tuvieron que aprender a convivir con la naturaleza y a evitar sus peligros, a nuestros hijos les va a tocar advertir y esquivar dentro de lo posible todas esas amenazas en forma de corrupción, cárcel, dinero blanco o negro, tarjetas de crédito black indetectables para Hacienda, tráfico de drogas o de personas o de influencias… Serán los peligros a evitar, porque cada vez estoy más que convencido de que no hay quien acabe con esta situación. Esto va a ir a más hasta instalarse como la cultura general de una nueva civilización.
Dentro de poco, una imagen así será demostrativa de que por Egipto pasaron tres civilizaciones : la antigua, la moderna y la futura
Dentro de diez, cincuenta... no más de cien años, la sociedad se moverá por intereses individuales en contra del bien común. Será un sálvese quien pueda. Habrá una oligarquía que sólo se mirará su propio obligo. La sociedad planetaria será global, diseñada fríamente por unos pocos. Dará lo mismo vivir en Madrid que en Hong Kong. Los problemas serán los mismos en todos lados. Será como volver de nuevo a la Edad Media, pero el poder de los señores traspasará condados extendiéndose a cada rincón del globo. Y lo peor de todo es que mucho me temo que todo esto ya está ocurriendo y que no nos damos cuenta. El pueblo llanote ha perdido la batalla antes de que siquiera comience.
En cualquier caso, lo único cierto, de lo que no tengo ninguna duda, es que me aburre ver siempre las mismas noticias en los periódicos. Sólo me surge una pregunta. ¿Cómo denominarán a este periodo los libros de Historia?


jueves, 12 de diciembre de 2013

Estado catalán... Pos vale.

No quiero poner en boca propia palabras ajenas, y menos si éstas son de Arturo Pérez Reverte, no porque coincida o deje de coincidir con él en opiniones o pareceres, más bien porque nunca he querido lo que no es mío, y además él es un maestro y yo sólo un aprendiz. Pero creo que hoy es de ley difundir alguna perla que ha soltado en la entrevista que Julia Otero le ha realizado rayando las 6 de la tarde en Onda Cero.
Aparte de hablar de su última novela, “El francotirador paciente”, novela que apunta maneras y tiene muy buena pinta, el escritor ha hablado de la cuestión catalana a propósito de la publicación pocos minutos antes de la pregunta que se formulará en la consulta del próximo 9 de noviembre de 2014.
Pérez Reverte ha afirmado que sentía morbo por saber el resultado, que estaba francamente a favor de la celebración de la consulta, sobre todo porque le gustaría saber cómo los políticos, en caso de resultado a favor de la independencia, iban a poder llevar adelante el proyecto. El tiempo en la radio se acabó y ―resumiendo mucho― ahí se ha quedado.
No sólo coincido con Pérez Reverte en su planteamiento, sino que además me apetece darle un par de vueltas. A mí también me gustaría saber qué va a ocurrir, tanto si sale positivo (se abren) como negativo (se quedan). Además, tanto que nos quejamos de los políticos por golfos, interesados, mediocres, ladrones, insensibles, egoístas, sectarios…, ―y en Cataluña (como en el resto del planeta), son igual de malos y mediocres―, ahora ansío saber cómo piensan darle solución de continuidad a un Estado soberano si no saben hacerlo con el autonómico, si no saben hacer la o con un canuto, si son unos incapaces… Vamos, que me uno a la opinión del maestro y me lo hago encima de tantas ganas que tengo de ver el desenlace si sale que hacen de su capa un sayo. Y también si sale que no, porque entonces, ¿qué van a hacer Mas y compañía? Hace algunos siglos, o incluso actualmente en países de Oriente, cuando la cagada practicada era tan grande, la gente se pegaba un tiro que era lo mejor que podía hacer. Aquí no caerá esa breva porque además somos gente algo civilizada, pero sería una buena salida. En cualquier caso, como los políticos (todos, catalanes, andaluces, bla, bla, bla…) son unos golfos, interesados, mediocres, ladrones, insensibles, egoístas, sectarios…, dirán que no pasa nada, se inventarán cualquier trama policíaca, y a vivir en el poder sin traumas ni remordimientos de conciencia. ¡Ah!, y sin dignidad, pero eso es complementario y accesorio.
Ya dije en su día, y está escrito en este blog, que la aventura independentista es descabellada y malpensada (de que la han pensado poco, muy poco), y algo tan improvisado, manipulado y contaminado desde las esferas que no tienen nada que perder tiene visos de convertirse en catástrofe, tanto política como social, incluso humanitaria. La gente es libre de votar lo que quiera y luego ser consecuente con lo que ha pedido. En mi caso, la independencia de Cataluña es asunto que no me concierne. Soy español y, para mí, España es algo abstracto que se reduce a la camiseta de fútbol de la selección correspondiente y a una bandera, porque este país, tal y como está, es una mierda y da vergüenza, con o sin catalanes. Quien no reconozca bandera, himno, etec, no es español aunque viva en Cáceres (por ejemplo). Si Cataluña se pira, que se pire. Ya han pasado cosas de esas en la Historia de la Humanidad y, mientras no haya una guerra, la gente no se ha muerto. Me daría pena, por eso de utilizar pasaporte, otra moneda y hablar en inglés (porque a mi edad no voy a aprender catalán) si alguna vez volvía por allí, porque he visitado Cataluña y me he sentido como en casa (cosa que dudo que me pase cuando vuelva si es que se separan, porque seguro que llevan su nacionalismo hasta el extremo), pero poco más.
Así que, ya cuento los días hasta el 09/11/14 que, por cierto, es el día de la Almudena, patrona de Madrid.


P.e.: si alguien quiere escuchar la entrevista a Arturo Pérez Reverte, en la Web de Onda Cero / Julia en La Onda la colgarán en breve. No tiene desperdicio, ni la pasión con la que habla de su nueva novela, ni las perlas que ha soltado sobre esta gilipollez, entendiendo gilipollez como la forma en que se han llevado las cosas por parte de políticos catalanes y españoles.


domingo, 1 de diciembre de 2013

Manifestación en contra de manifestarse

Manifestación en contra de la LOMCE. Manifestación a favor de la Sanidad Pública. Manifestación en contra de los recortes en educación. Manifestación, manifestación, manifestación… Aquí, cada uno aguanta su vela y al resto que le den pomada. Y yo me pregunto: ¿por qué no se hace una manifestación cada vez que pillan a un hijo puta metiendo la mano en la caja pública? ¿Dónde están las manifestaciones multitudinarias e indignadas, por ejemplo, en contra de la UGT de Andalucía? ¿Y las que piden rabiosas los webos de los consejeros y politicuchos de la Junta de Andalucía por los ERE? ¿Y las que claman encolerizadas la cabeza de Carlos Fabra, las de Rodrigo Rato y resto de presidentes, consejeros delegados y demás gentuza de cajas con el timo de las preferentes? No, lector, no se vaya por la vía fácil. No me sirven los cuatro pobres diablos que se plantan a la puerta de un juzgado llamando sinvergüenzas a todos estos, que es que además los tíos se descojonan de nosotros en nuestras propia caras. ¿Dónde (y cuándo la ha habido) una manifestación pidiendo honradez política? ¿Dónde hay una manifestación pidiendo a todos los políticos recortes en sus sueldos, o recortes en sus tiempos en el poder, o recortes en sus pensiones vitalicias, o recortes en las leyes que les amparan y les dan cobijo como aforados? Porque todas estas razones y varios racimos más es para montar una movida de varios millones de personas por toda España, y aquí no mueve el culo de su silla ni Dios, ni siquiera usted, que me está leyendo tan pancho. Somos tan vagos, burros y cómodos, tan señoritos, que ni los republicanos hacen una manifestación pidiendo que la familia real deje de serlo y, o bien se quede aquí buscando curro estable, o bien se pire con sus millones a poner el chiringuito en otro lado.
No hay manifestaciones a favor del pueblo, de la democracia y en contra de los políticos. Nos tienen comprados, sí señor, y al que más a ti, sí, lector, que sigues en casa apuntándote a protestar en la marea blanca ―por ejemplo― pero no atacas el problema de raíz. Hasta los países mucho más humildes que nosotros se levantan contra sus gobiernos, con dos cojones. ¿Qué quiere ejemplos? Este mismo fin de semana los Tailandeses están a punto de pasar por las armas a la mayoría de sus políticos, y lo hacen todos juntos, rojos, fachas, azules, amarillos… Todos a una. ¡Aquí nadie nos toma el pelo, que somos chinos (tailandeses) pero no tontos, y no se nos engaña como a un chino! Y otro ejemplo de ayer y hoy mismo es el de Ucrania. Allí el gobierno ha decidido de forma más que sospechosa no hacer negocios con la Unión Europea y prefiere seguir haciéndolos con la rancia y corrupta madre Rusia. En Kiev andan a hostias ahora mismo por un tema de alta política internacional que ni les va ni les viene directamente, no es un recorte aquí o allá. Es algo que sobrepasa al ciudadano medio y que no verá en su nivel de vida hasta dentro de muchos años. Y por eso han salido en masa a la calle. Si les llega a ocurrir lo que pasa aquí, seguro que no quedaba un político que pudiera hacerse el nudo de la corbata o ponerse un collar porque habrían perdido el cuello.

Kiev hoy mismo, 01/12/13. Allí no se andan con chiquitas. Foto EFE y publicada por diario ABC digital.
Admitámoslo: somos un país de mierda, de cobardes, de cómodos, de aguantar el chaparrón sin mover un dedo porque estamos seguros que ya pasará la nube y volveremos a caer en los mismos errores de siempre, máxime cuando no nos ponemos de acuerdo ni para poner orden en nuestro propio país. Somos el Tercer Mundo del tercer mundo. Incultos y soberbios, como los mejores macarras. Lo del 15M fracasó sobre todo porque la mayoría del país es muy palurda, muy crédula, muy inocente, muy insensata, muy vaga, y eso es un problema de educación. Mientras no nos dejen cultivarnos como es debido, seguiremos gritando simplemente “manifestación” en contra de cuatro chorizos que no son otra cosa que la punta del iceberg.

Me daría vergüenza escribir esto siendo ciudadano de cualquier país africano. Imagínese la que me da viviendo en Europa.



lunes, 18 de noviembre de 2013

No hay Navidad sin Belén


¿No querías caldo? Pues toma dos tazas. Todos recordaremos este año 2013, no le quepa duda. Sus fiestas navideñas se caracterizarán por tener dos belenes: ése llamado “Nacimiento” por los más tradicionales, con su portal, sus pastorcillos y su pesebre; y otro de carne y hueso con cien costurones ocultos por la cirugía estética, un belén llamado Belén Esteban, que se nos ha metido a escritora (o similar).
La pobre, todo sea dicho, tiene la culpa justa de que en breve (si no es ya) se vaya a publicar el libro de sus memorias, unas 325 páginas que ha escrito para espolvorear sobre las mentes simples de este país su experiencia vital. Si es que a España le va como le va porque de casta le viene al galgo. La verdad, a esta mujer sólo le puedo echar en cara tener memoria y ganas de relatarla. Al fin y al cabo, ella es una víctima de sus circunstancias, y de Tele-5, y de cuatro hijos de puta sin escrúpulos que la manejan a su antojo, de ese otro histriónico imbécil llamado Jorge Javier, quizá de alguna droga, pero sobre todo es una mártir de las ganas de cotilleo, ensalzamiento y lapidación que tenemos en este país, que nos da lo mismo ocho que ochenta mientras se le puedan airear sus vergüenzas.

"Ambiciones y reflexiones". Con el título ya se han lucido, por las segundas intenciones y la ironía.
Yo no tengo nada contra alguien que tiene el entendimiento justo para pasar el día. No se le puede achacar que haya zorros y zorras que la deslumbren con jaulas de oro y polvos para desatascar la sinusitis. A los que habría que juzgar y condenar con severidad, sin  miramientos, son a los artífices que han tenido la genial idea de escribir y publicar el libro, un texto que sólo servirá para sumar un ejemplar más en el ISBN y realizar algún estudio peregrino en las facultades de Psicología, Psiquiatría y Farmacia. El resto de las ediciones debería ir a calzar mesas cojas. Así que, desde aquí, me gustaría condenar y poner a bajar de un burro a Espasa, editorial antaño paradigma de la buena literatura que ahora sólo publica mierda envasada procedente de personajes públicos del mundo del espectáculo, de la radio y la televisión, todo con una más que dudosa calidad literaria. Ni rastro de novela, teatro, poesía o ensayo. Bravo por ella, por saber caminar sin darse la hostia hacia atrás y sin mirar, y por condenar a las personas de este país a seguir consumiendo mierda.
Y también merece que se lo haga mirar un tipo como Boris Izaguirre, alguien cuya labor televisiva de showman no voy comentar porque cada línea que escribo de este artículo me hago peor sangre (y creo que ya vale), pero sí se merece un buen pescozón como novelista y/o autor, porque prestarse a hacer de negro no tiene reproche, que cada uno se busca las habichuelas donde quiere, pero él lo ha hecho sabiendo que eso va a desencadenar una tormenta que hundirá aún más a su protagonista, porque el venezolano no tiene un pelo de tonto, al contrario, y sabe como yo que un ofrecimiento así es como para pensárselo, que es poner el pie en el cuello de alguien que se está ahogando, que quizá sea lo último que le expriman, y de ahí ya sólo quedarán despojos y basura.
En fin: espero que las memorias de Belén Esteban no sean el libro más vendido estas Navidades porque la señora nos habrá montado otro Belén y los escritores de pro (o los que lo intentamos) comenzaremos a preparar los cuchillos para hacernos el hara-kiri.



miércoles, 13 de noviembre de 2013

Onanismo social


Pues no va el otro día un tuercebotas y me dice que lo único que hago es darle caña a la derecha desde este blog. Me callé mi opinión por no mandarle a tomar pomada y a comprarse unas gafas, porque gracias a Dios, al diablo (o a otro tipo de ente supraespiritual), este blog se llama “Lo que se me pinta” porque justamente escribo cuando, como, a favor o en contra de quien se me da la gana. Y en mi caso, me importa un carajo el tinte político, social, religioso e incluso futbolístico de cada uno.
Afirmaciones tan livianas y banales como la de este gilitonto me hacen recordar otra que se me pegó a la neurona hace más de 35 años: “Lo que pasa es que hay gente que no quiere comprender”. Esta frase (o una muy parecida porque la escribo de memoria) era la última que soltaba un jovencísimo Paul Newman antes de que un policía le volara la cabeza en “La leyenda del indomable”. Aquí la gente se dedica a tocar los webos a sus semejantes simplemente por darse el placer de chincharles y ya de paso, si hay suerte, les desaniman y les  crean algo de desprestigio, pues tanto mejor. Porque es ésta una suerte de onanismo que no cansa, no hace sudar y no necesita de aparatos tecnológicos, ni siquiera de imaginación: tú te plantas delante de cualquiera y le dices que lo que haces es una mierda, o lo descalificas, o simplemente te ríes de él. No hace falta tener un motivo. Es el joder por joder, que como no tienen otra cosa que hacer y además son unos ineptos, se dedican a aplastar a aquellos que tienen alguna ilusión en la vida, o tienen imaginación, o una inquietud, no sé, algo que les impulsa a salirse un poquito del redil. Pero estos, que además son mayoría, son como el perro del hortelano, sólo que además tratan de morder. Pues conmigo la dentellada se la dan al aire.


No se crea, estimado lector, que esto únicamente nos pasa a los que de una u otra forma somos unos desaprensivos y nos da por airear nuestras opiniones a través de un blog o de una novela; que esto puede sucederle a usted mismo, que estos imbéciles extienden sus dominios a todos lados, habitan en todos los climas y además adoptan todo tipo de formas. Son gente que no tiene otra cosa en la que ocupar su tiempo y se dedica a tocar las narices, como ese de compañero de la oficina que sólo vive para que tú no hagas nada que pueda dejar su ineptitud y vagancia en evidencia, o ese vecino que se dedica a reírse de tu jardín que con tanto esmero cuidas cuando el suyo es un patatal, o ese cuñado que no sabe hacer la o con un canuto pero se mete con las que haces tú porque no son exactamente redondas, o el espectador que abuchea lo que él jamás podría haber conseguido él ni aun viviendo mil vidas.
Y en España somos muy de eso, de jodernos los unos a los otros desprestigiando lo que tenemos, que ahora resulta (por ejemplo) que Fernando Alonso no es tan bueno, ni Nadal era lo que se pensaba, o que tampoco es tan maravilloso lo que hacen, o que están dopados, o que los demás contrincantes a los que se enfrentaban son de un nivel muy inferior. Esto último da para otro artículo, el de la envidia nacional española que nos tenemos a nosotros mismos, pero hoy me quedo simplemente con las ganas que tiene de joder el personal. Como diría el maestro F. Fernán Gómez, ¡váyase usted a la mierda! ¡A la mierda!, que yo me fumo un puro y tan ricamente.



miércoles, 6 de noviembre de 2013

Canal NOU: cerrado por defunción

¿Se ha impuesto la cordura en uno de nuestros políticos? Aparentemente sí, cuando el señor Fabra ha decidido casi de golpe y porrazo, sin amagos o advertencias, que cerraba Canal Nou y se desprendía de un lastre de más de 40 millones al año en algo de dudosa utilidad y que no generaba más que deuda sin obtener un céntimo de beneficio.
Como periodista que soy, me duele el cierre de cualquier medio de comunicación sea por corporativismo solidario con mis compañeros de armas, sea porque un medio de comunicación es un servicio público u ofrece un entretenimiento a los ciudadanos que la pagamos. Por eso tengo el duelo lisiado, indeciso, porque quiero creer que es un sacrificio necesario donde unos pocos pagan la macarrada de un par de ineptos en beneficio de muchos. Pero tampoco puedo aplaudir demasiado fuerte la decisión de Fabra. ¿Por qué no se cargó la televisión autonómica cuando impulsó un ERE que sabía condenado al fracaso? Tenía que haberlo hecho antes, cuando Canal Nou tenía una plantilla de más de 1.500 trabajadores que prestaban sus servicios en dos canales autonómicos (manda webos; ¡dos!, que además de NOU estaba el “Canal Nou 24 horas”), máxime cuando hay televisiones privadas a nivel nacional que soportan ellas solitas más del triple de emisoras (dígase, por ejemplo, el Grupo Antena 3, que tiene la cadena del mismo nombre, más Neox, Nitro, Nova, La sexta, Xplora… ), y lo hace con una tercera parte de trabajadores, y encima da unos beneficios del copón de la vela.

Lo siento por los compañeros periodistas, pero esta cadena, al igual que otras autonómicas, no era un servicio público; sólo daba servicio a unos pocos en beneficio de muchos menos.


Si Fabra ha sentenciado a muerte a Canal NOU ordenando su cierre por defunción, no ha sido por esas declaraciones populistas asegurando condenar la televisión en pro de repartir el dinero entre hospitales y colegios, que eso está muy requetebién. Lo que no nos ha dicho es que, con una cuota de audiencia del 4%, que es la que teneí9a desde hacía ya amucho tiempo la cadena pública, Canal Nou ya le no servía a sus propósitos partidistas, porque esa televisión, como todas las autonómicas, estaba politizada, tanto como Telemadrid, Canal Sur o TV3. La emisora ya no era el altavoz del PP valenciano que tanto necesitaban y querían, ya no llegaba a las masas lo magnánimo y glorioso de las decisiones de la caterva de políticos que aún comen, beben y duermen a pierna suelta a costa de los valencianos de a pie.
Por lo tanto, choco las palmas de mis manos por ese cierre (y que aprendan otros), pero por mi parte, se queda sólo con medio aplauso.


viernes, 25 de octubre de 2013

Becas para la educación y la Formula 1


   Ahora que ya han pasado los días de huelga en la Educación Pública y que todo el mundo ha largado por su boca lo que se le pintaba, cosa muy digna y respetable por otra parte, se me ocurre levantar la mano para dar mi opinión. Y la verdad es que asumo ya desde el principio de este artículo que no estoy muy ducho en temas económicos, y que ya he defendido de palabra y por escrito que lo que quiero es una educación digna, completa y de calidad para amarrar bien el futuro del país. Y eso tendrá que ver con los dineros que se ocupan y presupuestan para educación, pero sobre todo con una ley educativa consensuada y apolítica.
     En estos días (desde hace meses) se habla de que todo el mundo tiene derecho a la educación y que no hay que poner cortapisas a nadie por su nivel económico ni estrato social. Hasta aquí estoy totalmente de acuerdo. Pero escuchando opiniones, tanto de políticos como de ciudadanos de a pie en encuestas callejeras, resulta que nadie ve con buenos ojos que la nota sea descalificante para acceder a tal o cual grado, o tal o cual carrera, que un estudiante, si saca un cinco raspado, ya es bastante pasaporte para que nadie le corte las alas de su libertad de poder escoger lo que le dé la gana, incluso para obtener una beca.
     Sinceramente, señores, no sólo no estoy de acuerdo sino que veo que seguimos siendo un país tercermundista del “tengo derecho a todo por mis santos cojones”. Y así reflexiono yo: si no hay demasiado dinero hoy en día para todo, tendremos que ofrecer las becas a aquellos que hayan demostrado durante su trayectoria escolar obligatoria (más el bachillerato) que son buenos estudiantes, que van a rentabilizar esa inversión que el país hace con ellos, que son inteligentes, tenaces, capaces, que tienen ganas y que no les asusta estudiar. Porque si me dan a escoger entre dar mi dinero a dos jóvenes que optan a ser estudiantes de Medicina, uno con un 6 y otro con un 9, ¡vamos, no hay duda...! Que el de 6 se vaya a hacer enfermería o puños para paraguas, que yo pago al de 9 porque se lo merece más, porque a lo mejor es tan inteligente como el que tiene un 6, pero se lo toma mucho más en serio y así lo ha demostrado durante años. Yo quiero que, cuando sea anciano, me cure un tipo que sacó un 9 antes del que sacó el 6 porque este último tiene mucho más riesgo de terminar jugando al mus en la cafetería de otra facultad.
Mientras unos se lo curran, otros se duermen esperando que las becas le lleguen caídas del cielo. No es justo.
     Y ahora vendrá gente diciendo que no, que tiene el mismo derecho. Aquí nacemos todos iguales pero el que la hace la paga, y el que acumula méritos tendrá más facilidades que los vagos de tomo y lomo. Si un estudiante saca un 6 de nota media en los últimos años, sólo quiere decir dos cosas: o es un vago o su cabeza no da más de sí; y para ciertas carreras no se aceptan inteligencias normales o jovencitos que les preocupa pasar más tiempo con la Play Station y la Mahou que hacerlo en casa con un libro.
     En definitiva: tiene que haber una nota mínima para que aquellos que han demostrado ser capaces tengan las armas suficientes para luchar por llegar a lo más alto. Por eso Vettel es campeón mundial de Fórmula 1, Fernando Alonso está en Ferrari y el pobre Alguersuari no se come un colín. Porque, si tuviera usted 100 €, ¿los repartiría a partes iguales entre Alonso y Alguersuari para llegar a ser campeón del mundo? Alguersuari probó llegar a ser alguien y ha terminado como D.J. de discoteca, muy bueno con los discos, mediocre con el volante. Nunca tuvo opciones ni maneras de ser campeón del mundo. Yo le daba los 100 € a Fernando del tirón.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Pasar la fregona

No voy a descubrir nada a nadie si les digo que este país, ya desde hace varios siglos, se sujeta a base de parches fruto de la cobardía y la pereza, que no son otra cosa que las vigas y los pilares que estructuran este país; cobardía por no tener los webos suficientes para hacer las cosas, y pereza por no tener las ganas de acometerlos. Eso sí, se nos llena la boca cuando decimos que esto hay que arreglarlo, que esto otro está mal, que lo de más allá nunca debió de consentirse… Y ahora que la crisis no ha pegado de lleno y nos ha colocado en nuestro sitio, el de siempre, el que creíamos que era agua pasada y es otra cosa que lodo presente, volvemos a elevar la voz para quejarnos y hacernos cruces, pero de ahí no pasamos.


Lo que voy a decir a continuación no es otra cosa que una ilusión que tenemos muchos pero, como buenos españoles, nos faltan arrestos para llevarla a la práctica, porque aquí no mueve ni dios un dedo en pro de lo que cree o necesita. Como decía, la pereza y el conformismo nos mata. Tenemos lo que nos merecemos sin duda alguna, porque en otros lugares las masas habrían salido a la calle (no unos pocos valientes como los del 15-M) y se habrían llevado por delante políticos, instituciones y costumbres que, por muy arraigadas que estuvieran, supusieran un cáncer para el país. A España le hacen falta un buen puñado de cambios estructurales, una colección de reformas que fundamenten un Estado sólido, pero lo que realmente le hace falta es un valiente con dos pelotas que lo lleve a cabo, que pase la fregona y lo deje todo limpito y como debe de estar.



Quizá sea la falta de imaginación lo que coarte las ganas de echar pa’lante esas reformas, así que desde este más que humilde Blog, me gustaría dar unas cuantas ideas para transformar el Estado en algo moderno, sólido y, sobre todo, coherente. La lista está ABIERTA, por lo que cualquier lector puede echarme una mano (realmente echa una mano a su país) y la vamos completando entre todos. Repito: son ideas de cambios estructurales, fundamentales; aquí no vamos a hablar de IPC’s o porcentajes de ningún tipo. Aquí cogemos el problema por los cuernos y lo llevamos a la plaza para solucionarlo o darle matarile.

Por ejemplo:
  1. Ley de Educación: debería estar prohibido que la ley educativa la mueva a su antojo un solo partido por mucha mayoría absoluta que tenga. La educación es el futuro del país y, por lo tanto, asunto de todos. La ley educativa debería moverse por consenso donde participen TODOS los partidos con representación parlamentaria y al menos un 66% (por ejemplo) de votos a favor cuando haya que hacer realmente reformas.
  2. Ordenación territorial y Senado: si hay parlamentos autonómicos, ¿qué coño pinta el senado? O los unos o el otro, pero no ambos. Yo, personalmente, me cepillaba de un plumazo el Senado, pero a los parlamentos autonómicos los diezmaba, les quitaba al menos la mitad de los escaños, si no más, aparte de muchas de sus competencias que, en verdad, no tienen ni puta idea de qué hacer con ellas.
  3. Igualdad en los derechos básicos de TODOS los españoles: entre ellos, Educación, Sanidad y Pensiones. Son derechos para todos, y para todos POR IGUAL con independencia de dónde vivan o donde mueran, o donde estudien o donde se pongan malitos, o donde gasten o donde ahorren. Por lo tanto, hay materias, como ya ocurre con las Pensiones, que deben estar centralizadas para garantizar los mismos derechos a todos los españoles allá donde vivan o se pongan enfermos, porque ahora es mejor tener apendicitis en Cantabria que en la Comunidad Valenciana (por ejemplo). Y con la educación pasa lo mismo. Queremos jóvenes igual de bien formados en Sevilla que en Huesca. Ahora mismo tenemos una millonada de ignorantes que sólo hablan (y mal) su lengua territorial (incluso la nacional) y no tienen ni puta idea de nada más. Los europeos llegan a España y nos comen la merienda, y eso ocurre de Cataluña hasta Galicia y del País vasco hasta Cádiz. Sin excepción.
  4. Ley electoral: a la mierda con la actual. Es injusta, inapropiada y desfasada. Un voto a un partido minoritario en las elecciones generales no cuenta a no ser que se junte con otros 46.000 en su circunscripción. Yo creía que esto era como en Sudáfrica: un hombre, un voto, pero un voto válido. Ahora no lo es.
  5. Pensiones vitalicias: ¡Ay, que me da la risa! ¿Por qué y para quién una pensión vitalicia? ¿Senadores, diputados, políticos varios…? Si cualquiera de ellos pierde su sillón o su escaño, señor mío, como el resto de personitas de este país, se queda usted en la puta calle con su paro. No llore, que me da a mí que con los contactos que ha hecho en su época de político tiene el futuro resuelto.
  6. Justicia: modernización (informatización) de la Administración. Si se hizo con Sanidad, se puede hacer con Justicia. Revisión de Código Penal y endurecimiento de las penas, sobre todo las de violencia de género, daños a menores y corrupción. Endurecimiento en serio, sin revisiones ni pañitos calientes. El que la hace la paga.

He puesto sólo media docena de reformas. ¿Se le ocurre alguna más? Seguro que sí. Hágamela llegar, que la vamos añadiendo aquí. Sólo una puntualización. Son reformas estructurales, no puntales. Aquí no se habla del IPC en las pensiones o de lenguas vehiculares. Vamos al foco del problema, asuntos que afectan al futuro del país y de sus habitantes. Mariconadas las justas y a posteriori, cuando la casa tenga bien los cimientos.

¿Cuál es su idea?

martes, 1 de octubre de 2013

Viviendo en Greenwich


La verdad es que me siento un privilegiado. Trabajo en una compañía solvente a la que la crisis no molesta demasiado. Tengo una nómina a fin de mes, algunos beneficios sociales pero, sobre todo, me deja vivir en Greenwich, es decir, la flexibilidad de horarios permite que  acomode mi vida a mis requerimientos o a mis gustos.

Cuando digo que, generalmente, antes de las 6 de la tarde suelo estar ya en mi casa, la gente me dice que soy un privilegiado, que ellos no pueden hacerlo, que sus respectivos trabajos les atan de pies y manos y no les dejan moverse, que ellos darían lo que fuera por llegar a sus hogares a esas horas. El gesto les cambia cuando les comentas que para salir de trabajar "tan pronto" he tenido que despertarme de madrugada (a las 06:45) y me he sentado en mi lugar de trabajo una hora más tarde, cuando el resto del país está en la ducha o, mucho peor, aún entre las sábanas.


Dar un pasito hacia el horario que marca el meridiano cero no debe darnos miedo. En primer lugar, el 80% del territorio nacional está bajo la influencia de ese meridiano, es decir, nos corresponde la hora solar que marca. Fue a raíz de la Segunda Guerra Mundial cuando España decidió adelantar una hora el reloj porque nos convenía estar a la par con el resto de Europa. Pero ahora ya parece trasnochado y, además, España no ha evolucionado como Europa. Deberíamos regirnos por Greenwich y vivir un poco más con el horario solar, despertarnos al alba, trabajar cuando hay luz natural y recogernos cuando salen las estrellas. Menos gasto, más ahorro (que no es lo mismo pero suena igual). En Europa lo hacen así y no les va mal, y eso que tienen muchísima menos luz solar que nosotros. Además, continuando con nuestros horarios no hay forma humana de poder trabajar con el resto de Europa. Veamos un ejemplo (un tanto exagerado, eso sí, pero creo que muy ilustrativo y poco desencaminado):
  • 07:30 - Un europeo, pongamos por ejemplo un holandés, entra a trabajar. Llama a España para comentar un asunto de trabajo. El español está en su casa durmiendo tan ricamente.
  • 09:00 - El holandés se toma un café en su mesa y llama de nuevo a su oficina de, por ejemplo, Madrid. El español está en un atasco.
  • 10:00 - El holandés mira la hora en su reloj y por coj*nes piensa que el español tiene que haber llegado ya la oficina. Llama por teléfono. El español ha llegado… pero ha bajado al bar a tomar un café.
  • 12:00 - El holandés baja a la cafetería del edificio a tomarse un sándwich y una Coca-cola, justo en el momento en que el español ha decidido llamarle. “¡Coño!, comiendo a estas horas…”. Ignora que el holandés lleva sentado en su sitio ya más de cuatro horas y él apenas ha comenzado a calentar la silla).
  • 12:30 - El holandés se limpia la boca con la servilleta y llama al español, que curiosamente se ha bajado a tomar el bocata de media mañana.
  • 14:30 - El holandés, viendo que se le está terminando la jornada laboral, vuelva a llamar al español que, ¡cómo no!, se ha pirado a comer.
  • 15:30 - Nueva llamada desde Holanda. El español continúa comiendo.
  • 16:00 - Fin de la jornada laboral en Holanda, que apenas queda ya sol para llegar a casa, y hay que aprovechar para recoger a los niños, llevarlos a clases extraescolares y al médico, hacer la compra y la cena. El español eructa en esos momentos el chupito de hierbas.
  • 16:30 - El español llama a Holanda para ver si puede hablar con su colega. El holandés se ha pirado hace ya tiempo a su casa.
  • 19:30 - El holandés, casi 4 horas más tarde de haber salido del trabajo, está en casa con los niños y sus extraescolares cumplidas, las consultas del médico realizadas, la compra hecha y, venga, la cena aún por cocinar. El español continúa calentado silla, cabreado porque además no le da tiempo a nada.
  • 21:00 - Duchado y cenado, el holandés se planta delante de la tele. El español acaba de llegar a casa. No ha visto el sol. Ha estado en la oficina 11:30 horas, de las cuales ha desperdiciado 2 comiendo y otra media (por ser buenos) tomando café. No ha hecho nada con los niños y ha currado 9 horas a trompicones. El holandés ha currado las mismas del tirón y lleva libre toda la tarde.
  • 22:30 - Después de hora y media de asueto, el holandés se va a la cama a leer (o a tocarse los webos, que no son todos tan ilustrados). El español comienza a cenar.
  • 23:00 - El holandés roncando. Le restan unas 7:30 horas de sueño, que ya está bien. El español se engancha a Tele 5 para ver qué grano en el culo le acaba de crecer a la famosa de turno.
  • 01:00 - El español se va a la cama. Le quedan menos de 7 horas para despertarse y volver a perder el tiempo.


En mi caso, no puedo seguir la vida del holandés porque en Europa hay mucha jornada intensiva y aquí no demasiada. Pero la gente me envidia porque a las 6 de la tarde estoy en casa, voy a la piscina a las 7, o al cine, o al teatro, o a llevar a mis hijas al médico o a entrenar al Voley. Y todavía, esos días, llego a casa a las 9 y media después de tantas cosas hechas. Quizá si todo el país se acomodara a un horario más racional, comenzando por las guarderías y los colegios, y continuando por restaurantes, cines, teatros, comercios, incluso televisiones, otro gallo nos cantaría, eso sí, siempre y cuando las empresas pongan de su parte y además, sean conscientes de que calentar silla es improductivo.

Yo, por mi parte y de momento, voy a seguir viviendo en Greenwich mientras me dejen.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Me mola Francisco I

Llevo un tiempo diciendo que a mí este Papa Francisco me gusta, me da buen rollo. No tiene nada que ver con sus predecesores, tanto remotos como inmediatos, vivos o muertos. Parece que el Vaticano y la curia se ha dado cuenta de que por ese camino el chiringuito se les iba a caer en cuanto sus huestes occidentales de más de 60 años fueran poblando los cementerios, que son esos y no otros los devotos que sustentan la Iglesia con sus rezos y sus cuartos, sobre todo esto último.
Vistas las orejas al lobo, y ya que Francisco de Asís se llevaba bien con ellos (con los lobos), qué mejor manera que (desde el punto de vista romano), darse por vencido y plegarse al enemigo. Y es que este Papa le está dando un revolcón a todo con lo que se topa. Lo que antes apestaba únicamente a incienso ahora comienza a oler a gominola, porque se ha dulcificado: el carácter del pontífice, su cercanía, su sencillez y, sobre todo, sus intenciones y su decisión. Un tipo que no esconde que le gusta el fútbol, que se acerca a la gente haciendo caso omiso de los guardaespaldas, que conduce en cuanto le dejan una Renault 4 y que tiene mucho sentido del humor (y lo exhibe en público), o es un desaprensivo o no tiene doblez. Y yo me inclino por la segunda opción. Ya desde el mismo día en que apareció en el balcón como nuevo sucesor de Pedro lo tenía todo bien pensado y soltó aquello de “rezad mucho por mí”, arenga que debió escocer a más de un fanático. Y ahora, no sólo le va a meter mano a las finanzas del Vaticano, sino que además comienza a abrir debates sobre el celibato, el papel de la mujer en la Iglesia   refiriéndose claramente al sacerdocio femenino, el aborto, la homosexualidad o el uso del preservativo. Y lo hace de forma proactiva, sin esperar a que nadie le vuelva a sacar el tema.

Su actitud es síntoma inequívoco de tres cosas: de que quiere cambiar las cosas y adaptar la Iglesia (al menos) al siglo XX (llegar al XXI se me antoja demasiado ambicioso y precipitado); de haber meditado mucho y gozar de las ideas muy claras; y de tenerlos bien puestos debajo de esa sotana blanca, porque a Juan Pablo I, por mucho menos de eso, se lo llevaron a la tumba en sólo 33 días.
Me mola Francisco I, y eso que he aborrecido (y sigo aborreciendo) todo lo que suene a curia, pero creo que este argentino simpático, llanote y cercano, si le dejan y no se lo cargan antes, va a hacerle un gran favor a la inmensa mayoría de los cristianos, esos que creen porque sí, gente que necesita y precisa de una fe gratuita porque no puede costearse ni su propia vida, gente que lo ha dado todo (menos dinero porque no lo tienen) sin recibir nada a cambio y sin esperar recibirlo. Ya es hora que sean ellos quienes reciban un mundo más justo comenzando por lo que creen, y que todos aquellos que se dedicaron a dar esperando –y sólo esperando– recibir, o se reciclen o se vayan directamente al infierno, porque me da a mí que este Francisco sólo les va a dar pal’pelo.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Ya estoy de vuelta

Más de cinco meses sin aparecer por aquí son juchos meses. En mi defensa diré que he estado más que entretenido escribiendo (y corrigiendo) mi última novela, y eso me ha robado tiempo y sueño.
A partir de ahora trataré de aparecer con más frecuencia contando todo aquello que se me pinta. No veáis la rabia que me ha dado no poder comentar asuntos tan apetecibles como el caso Bárcenas, tan tristes como la guerra de Siria o tan suculentos y orgasmizadores como la derrota de Mourinho en la primera jornada de Champions esta temporada.
No os aburro más por el momento. En breve seguiremos dándole caña a todo lo que se me pinta.
Abrazo,
JO

martes, 2 de abril de 2013

Pastillas de la India

La noticia saltó ayer y, tras meditarla unos minutos, terminó por dejarme frío. Cierto es que al principio me inundó una alegría tintada de altruismo, una especie de esperanza y fe renovadas en el ser humano. Y es que cuando me enteré de que hay un país como India dispuesta a hacer la guerra por su cuenta en favor de los más desfavorecidos, pensé que todavía había gente con verdaderas ganas y el poder suficiente como para hacer cosas por los demás.
Resulta que hay un medicamento para el tratamiento de la leucemia que cuesta unos 2.000 € la cajita de no sé cuántas pastillas, cajita y pastillas que sólo te dan para un mes. El laboratorio de turno lógicamente hace buenos dineros con la venta de dicho medicamento entre otras cosas porque la leucemia no se cura en un día, ni en un mes, ni siquiera en un año. La cuestión es que cuando el laboratorio ha ido a renovar la patente en India después de veinte años de vigencia, se ha encontrado con la negativa de su Gobierno. Y es que ese medicamento resulta que ya no es un nuevo medicamento, que lo que ha hecho el laboratorio ni siquiera se le puede llamar evolución o mejora de producto, vamos, que lo único a lo que se ha limitado ha sido a un simple cambio de empaquetado y poco más. Y eso, según el Gobierno de India (y el sentido común) no merece una nueva patente. Así que, a partir de ahora, sin la patente ya vigente, los laboratorios indios pueden fabricar este medicamento contra la leucemia a un precio exactamente diez veces menor que su precio original, es decir, a 200 euritos la caja. Así que, al que le faltaban 2.000 euros al mes para mantenerse sano y vivo, ahora por 200 lo tiene mucho más fácil. Si en España eso ya nos supone un desahogo, imagínense en países del Tercer Mundo.
Y es que, para no quedarse cortos ni dejar esto en una simple anécdota, los laboratorios indios ya se encargan desde hace mucho tiempo de fabricar, por ejemplo, retrovirales para el SIDA a un precio 90 veces menor que en Occidente y repartirlo por todo el mundo, sobre todo por el subdesarrollado, que es donde ni hay medios, ni dinero, ni nada de nada.


La labor es sin duda, encomiable. Los hombrecillos y mujercillas de a pie estamos viendo cómo en Occidente, de repente, hay un país asiático que le planta cara al dólar y al euro en pro de los más necesitados. Y eso nos conmueve y casi casi nos llena de orgullo como seres humanos. Y además a mí me da por pensar que en la mierda de planeta que vivimos no está todo perdido, porque además parece que en la decisión de India no hay gato encerrado, que lo hace porque sí, porque le da la gana y porque está harta de que haya laboratorios que abusen de la vida y de la muerte.
Como era de esperar, el laboratorio en cuestión, y algunos otros con semejante poder (llámense por ejemplo Bayer, Pfizer, Lilly…) se hacen cruces y se quejan de que sus patentes no valgan nada en manos del Gobierno Indio, y con cierta lógica, avisan de que si se quedan sin patentes, no tendrán ingresos y se quedarán sin dinero con el que seguir investigando y salvando vidas.
A primera vista, como decía, sus lamentos tienen razón de ser, pero sólo hasta que te planteas la cuestión con más profundidad. Y es que, si nos damos cuenta, India no ha negado una patente de un medicamente innovador, sino sólo de uno al que habían cambiado el envase y el colorante pasando de ser pastillas verdes a amarillas. Y a eso yo le llamo fraude por parte del laboratorio. De hecho, el país asiático ha dicho que premiará la innovación y la novedad, pero no el marketing. Además, por otra parte (y esto ya es cosecha mía), que le hayan negado la patente en un país no quiere decir que se la hayan vetado en el resto, lo que significa que el laboratorio de marras puede seguir haciendo caja otros veinte años a costa de la salud del primer mundo. Así que los llantos no son para tanto.
Lo que ocurre es que los laboratorios se ven venir un futuro negro, donde países que no se rinden a la actividad económica más mundana comiencen a pensar en otro color. Porque, por este hecho tan traumático de reinventarse o morir, ya han pasado industrias como la del cine, de la música, y ahora, por ejemplo, se encuentra en plena metamorfosis el mundo de la literatura, de la banca, el nuevo orden financiero… El planeta está cambiando, y lo hace rápidamente, más de lo que dan de sí nuestros pies y nuestro entendimiento. Algo se está cociendo desde hace tiempo y no sabemos qué es ni su alcance. Cambian los modelos de negocio, las políticas, los dineros, las personas… Y ahora, mucho me temo que le ha llegado el turno a esos conglomerados multinacionales omnipotentes llamados laboratorios. Con tanta tela como manejan, sabrán adaptarse al nuevo orden social que se está fraguando en el planeta y al que sólo la Historia pondrá nombre y consecuencias. Así que no hay que tener miedo, señores de los laboratorios: estoy absolutamente seguro de que sabrán adaptarse y lo harán muy bien, como su colegas del cine o la música, y además seguro que sabrán utilizar muchísimo mejor el dinero que ganan empleándolo sobre todo en investigación, y no en cruceros alrededor del mundo para médicos que gastan lo que ustedes les piden que gasten, o para sus amigos políticos, que esos gastan aún mucho más al ser dinero ajeno.

lunes, 4 de marzo de 2013

Dieta hipoinformativa

Hace un par de semanas asistí a un seminario sobre habilidades comunicativas. Nuestro monitor, un chaval joven y ligado a la televisión como guionista y actor, me dijo durante un receso del curso que durante mucho tiempo había estado siguiendo una estricta dieta hipoinformativa, esto es, había dejado de ver telediarios, escuchar las noticias en la radio o leer periódicos. Y había sido mucho más feliz. Fue un punto más de coincidencia entre nosotros porque creo que en este mismo blog ya dije una vez que dejaba de ver telediarios porque lo único que hacían era dar por saco.

LO ÚNICO QUE VALE DE LA TELE ÚLTIMAMENTE ES LA CARTA DE AJUSTE... Y NI SIQUIERA LA EMITEN...


En este caso, Manu (que así se llama este chico), me corroboró algo que ya sabía: si no puedes hacer nada con la información que te llega, si no te es útil, si no te influye… ¿para qué conocerla? Asuntos tan importantísimos como los sobres de Bárcenas, la prima de riesgo, el hara-kiri del PSOE, las paridas de Toni Cantó (a éste habría que dedicarle un artículo enterito para él), la columna vertebral del Rey o la guerra en cualquier parte del planeta, cumplen tres puntos esenciales para los ciudadanos de a pie: no influyen en sus vidas (y si lo hacen es muy indirectamente y a largo plazo); segundo, el ciudadano es incapaz de influir sobre estos hechos; y tercero, realmente, salvo en casos excepcionales, nos importan un carajo, es decir, tanto como la trama de una telenovela.

Entonces, ¿por qué seguimos tragando noticias sin parar, en el salón, en el coche, en la ducha, en el bar mientras desayunamos? La verdad es que, como periodista, esta cuestión me crea desasosiego porque la profesión trata de informar, pero creo que errando la finalidad, que no el objetivo de la noticia. Por ejemplo: no tratemos el asunto del señor Bárcenas en clave política. Esa noticia debe ir en sucesos, sí, en la sección de chorizos varios. La de Toni Cantó, en medicina, porque el señor no tiene capacidad mental para más y además la va perdiendo poco a poco. Lo de la prima de riesgo, simplemente, debería desaparecer de los periódicos… y así una a una, omitiendo lo que al ciudadano no le influye ni él es capaz de influir. No hagamos periodismo de élite en un país con la cultura justita porque lo único que se hace es asustar y redirigir las miradas hacia lados que no importan.

Animo a seguir una dieta hipoinformativa a la gente porque serán más felices y además no perderán el tiempo enterándose de todo lo que no les importa, ni les va ni les viene. Nos ocurre cuando viajamos fuera de España y estamos varios días sin saber nada de lo que ocurre en el país. Nos encontramos mejor porque estamos en otro ambiente y además porque no tenemos a nadie dando el coñazo con cosas que no nos importan. Porque cuando volvemos a España no la encontramos cambiada, no ha pasado nada, y además, no nos hemos enterado de nada, ergo... no nos han preocupado y somo más felices porque nada nos va a pasar. La ignorancia da la felicidad, y si esa ignorancia es producto de asuntos que nada tienen que ver con nosotros, mucho mejor.

viernes, 1 de febrero de 2013

Abdicar o no abdicar ¿Esa es la cuestión?



Y lo hago con forma de pregunta, no de afirmación. Ahora que la Reina de Holanda se ha jubilado nos hemos apuntado al carro del entretenimiento nacional, el cotilleo, el cruce de opiniones y de ideas, y ya que los vecinos remodelan su casa, nos planteamos qué hacer con la nuestra.
Porque, al fin y al cabo, abdicar supone, en nuestro caso (y en todos), quitar a un rey y poner a otro. O sea, que la cosa no cambia, o cambia poco. S.A.R. el príncipe Felipe, por lo que dicen, acaba de superar en popularidad a su padre, lo cual está muy bien si hay que hacer una sustitución y sacarle del banquillo a que pegue cuatro patadas, como cuando Pedrito en el Barça está cansado y sacan a Villa a ver si mete un gol. Lo que ocurre es que desde hace un tiempo los goles se los mete en propia meta la misma Casa Real, y la cosa ya suena a chufla (por no decir a indignación). ¿Es el momento del cambio?
El rey don Juan Carlos está un pelín de capa caída. Un tipo que, desde mi punto de vista, debutó en la restaurada monarquía española de forma espectacular, que aún puesto en el trono por un dictador se empeñó en darnos una democracia y además de forma consensuada, pacífica, y con sitio, voz y voto para todos, la verdad, merece, no sólo respeto sino admiración y gratitud. Cierto es que, como todo hijo de vecino, ha metido la pata alguna vez, pero ha tenido los arrestos suficientes para, en directo y por televisión, admitir en público sus equivocaciones y pedir perdón, cosa de la que muy pocos pueden alardear.
Por distintas razones, ambos dos, padre e hijo, no me estraña que los tengan de corbata.

Ahora, a sus 75 años, quizá sea el momento de ceder el puesto a otros y dejar la imagen personal bien alta, como hacen los deportistas cuando cuelgan las botas o los toreros cuando se cortan la coleta, que los buenos, los inteligentes, los listos, practican allá cuando ven que no hay solución de continuidad en sus carreras, que seguir un poco más les condena a equipos de segunda división o a plazas de tercera. Así que, por mi parte, sería una buena decisión correr turno y dejar el “embolao” a su hijo, que es joven, bien preparado, y con fuerzas para lidiar con el desastre que se cierne sobre la familia gracias a tipejos como Urdangarín. Al fin y al cabo, papá siempre estará ahí para asesorar, incluso para figurar en algún acto, que la imagen vale mucho y bien utilizada no está mal.
Y si alguien quiere aprovechar el momento para abrir un debate sobre reinado o república, que lo plantee, que para eso estamos, que los Borbones están ahí por designación divina (y del tío Paco) y que la Jefatura del Estado, en una democracia, bien puede estar representada por cualquiera de los españoles, pero que también admitan que llegar hasta ahí no llega cualquiera, que nos tiene que dar un poco igual quien la ostente mientras sea digno y lo haga, no bien, sino de puta madre, que hoy en día es mejor casi malo conocido que bueno por conocer (¿verdad, señor Bárcenas? ―por ejemplo―), y que la tradición en un país es mucho más importante de lo que creemos, y si no, echemos una miradita al Reino Unido, que nadie concibe una Inglaterra sin reina.

lunes, 28 de enero de 2013

Evo y sus salidas

Desde luego, quien piense que el ser humano es todo un milagro de evolución e inteligencia en el universo, que haga un verdadero ejercicio de humildad porque yo no me lo creo. Que somo muy burros, pero casi hasta decir basta, que tenemos el mínimo cerebro para comer con las manos y no cagarnos en los pantalones, poco más. Porque el hombre (y la mujer, coño, y la mujer) es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. ¡Ja! Y digo dos, ¡sólo dos! Cualquiera podemos tener ejemplos a puñados para saber que nos gusta darnos de cabezazos contra un muro sin importarnos los chichones, que este hecho de ser bobos es intrínseco al ser humano. Pero, bueno de ahí a que, gracias a nuestra estupidez, hagamos comulgar con ruedas de molinos a otros, hay una diferencia.
Todo esto viene a colación de lo que acaba de ocurrir en la CELAC (Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe) , que le han dado la presidencia a Raúl Castro sin despeinarse, así, con toda tranquilidad. Este hecho ha suscitado por supuesto críticas de unos cuantos países (Méjico, Colombia, Chile…) en las cuales, como son de sentido común, no voy a entrar. A los que sí voy a repartir estopa son a aquellos que han apoyado y han visto bien darle un poco de oxígeno al mandatario de un modelo que no funciona, que no lo ha hecho desde hace 60 años y que, ya en la URSS, no funcionó desde hace casi 100. Pero no, los a los cerbataneros les gusta eso del masoquismo social. Raúl Castro, por supuesto, encantado de seguir arriba del todo. ¡Qué decir de Hugo Chávez!, que aún en su lecho del dolor, la noticia le ha tenido que sentar como un balón de oxígeno para seguir atenazando a su pueblo y continuar teniéndolo contento. A Ecuador también le ha gustado el cambio, y la boba de Argentina está dando palmas con las orejas, que así puede seguir chupando del tarro y esquilmando las arcas de país con toda tranquilidad y el beneplácito de su propio pueblo. Pero lo que es para nota es lo que ha hecho Evo Morales. El chico del jersey de lana y la patada en los huevos a los contrincantes que se hacen sombra (esto último es literal; que no me lo he inventado), ha pedido una salida la mar, una salida soberana, es decir, que se ha pasado por el forro lo que piensen Chile y Perú que, por cierto, nada tienen que ver con la política populista y de todo a cien del indígena. Quiere una playita particular con puerto, y si hay que quitarle tierras a los vecinos, pues se quitan y ya está. Así comenzó sin ir más lejos un tal Hitler, y la lió parda.
La realidad supera a la ficción, y lo de este hombre es para nota, y para un estudio psiquiátrico.
A nuestros amigos allende los mares les queda aún un buen trecho por andar para estabilizar sus políticas y sus cerebros, que están en esa fase que en Europa pasamos a finales del XIX y principios del veinte, tonterías políticas y sociales como las que ahora tienen por el continente americano y que en su día derivaron En Europa hacia dos guerras mundiales. Menos mal que aún no tienen la pasta ni la influencia necesaria para montarla como la que se montó por aquí. Lo peor de todo es que los dirigentes como estos, sobre todo, de estos países, se provechan de experiencias pasadas y el pueblo se olvida de la Historia, y así vuelve a caminar como un lerdo detrás de una zanahoria que gente como Raúl, Hugo, Evo y Cristinita les ponen delante. Problemas de memoria que te destrozan la vida (o, como no me canso de repetir, ¿es un problema de educación?)

domingo, 27 de enero de 2013

Pura sangre catalana

Dan ganas de hablar sobre lo ocurrido en días pasados en el parlamento catalán, pero la verdad es que confieso que soy un cobarde, que no me atrevo. También es cierto que no tengo demasiadas armas como para ponerme a atacar o defender una situación como esa, donde dos terceras partes de un parlamento se declaran soberanas para hacer lo que les dé la gana, y una tercera dice que son parte de un territorio mucho mayor que ya se encarga de pensar y hacer por ellos. Esto debe de ser como cuando un hijo dice que se va de casa por sus santos cojones y tú, como padre, le dices que por mucha mayoría de edad que tenga, se hace lo que tú digas.
La situación es, cuanto menos, preocupante, y lo digo desde mi prisma absolutamente personal, sin visión histórica o de Estado, en absoluto política. Porque a mí, personalmente, me importa tres narices sin un territorio se queda o se va, si dice que tiene 1.000 años de historia o los deja de tener. Es que no lo he entendido jamás ni lo entenderé, como el amor exacerbado a una bandera, a una lengua o a un himno, vamos, ni siquiera al del equipo de fútbol, mucho menos a algo tan intangible para mí como un país, puede hacer enloquecer a la gente. Me he sentido en casa en tantos lugares y tan alejados de aquí…
Lo del otro día en el Parlamento de Cataluña es triste y absolutamente improductivo. Ya lo dije en un artículo en septiembre de 2011 (http://loquesemepinta.blogspot.com.es/2011/09/nacionalismo-monumental-en-barcelona-o.html) y no voy a echarme ahora atrás. Aquí va a salir perdiendo todo el mundo. España se quedará sin una parte muy importante de su territorio y Cataluña se quedará solita en el mundo o, si hay milagro, bajo el yugo de la Unión Europea, que es mucho más puta que España y además te puedes ir de ella cuando te dé la gana, pero ya no te dejan volver. Lo que va a hacer Cataluña es irse de Málaga para meterse en Malagón. Desde mi punto de vista, la van a cagar, pero a mí nadie me ha dado vela en este entierro, así que no tengo por qué decir nada.

En cualquier caso, pienso que hay en ellos algo de victimismo y algo rabieta de niño pequeño, excusas amparadas en supuestas conspiraciones, mucho de encabronamiento, sí, como cuando a alguien le pillan haciendo algo mal y piensa que no hay mejor defensa que un buen ataque. Ya dije que nadie prohíbe banderas ni himnos, ni lenguas ni escritura, pero por allí se sigue erre que erre, y yo, personalmente, empiezo a estar cansado de algo que, sinceramente, no me importa un carajo. Lo mejor de todo es que, si por fin triunfa la independencia y Cataluña se separa de España, no va a haber ni una gota de sangre, y eso ya es mucho. Seremos civilizados como la República Checa y Eslovaquia, que se divorciaron de mutuo acuerdo y se acabó. Y aquí, si se da el caso de abrumadora mayoría, pues eso, que hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Por cierto, abrumadora mayoría no son dos terceras partes, es muuuucho más, como un noventa y un webo por ciento, por ejemplo.
Un país (o una nación, o un Estado, como coño quieran llamarle, que es que hay veces que nos la cogemos con pinzas para hablar) es un conjunto de señores en un territorio a los que les gusta vivir juntos y a los que les unen un montón de cosas. Si eso no se cumple, adiós buenas tardes, y aquí paz y después gloria, que a mí la unidad de España me importa sólo cuando todos queremos mantenerla, y ya veo que no es el caso. Eso sí… Si allí hay una tercera parte de catalanes (o residentes en Cataluña) que quieren quedarse como españolitos, que se las apañen y se las vean con el otro sesenta y seis por ciento, o que vayan pensando en emigrar a otra parte. Al fin y al cabo, supongo, que ese tercio que se quiere quedar unido a España además ya tendrá sangre emigrante, ya se sabe, andaluces, extremeños, castellanos, gallegos… a los que no les importará vivir en un país distinto o volver a su tierra, bien por Navidad, bien para siempre. Por cierto, a estas alturas de la película… ¿quién puede asegurar tener la sangre pura? Ni dios, ya se lo digo yo.
Y ya, para terminar, me surge una duda que nunca nadie tiene las agallas de responder. En el hipotético caso de que se haga un referéndum para la independencia… y salga una mayoría que diga que no, que Cataluña se queda en España, ¿qué cojones van a hacer los políticos? ¿Dimitirán? ¿Volverán a pedir otro referéndum dentro de unos meses cuando vean que a la Diada ha ido otro millón de personas? ¿Aceptarán su derrota? Porque es muy fácil creer que se juega sobre seguro, pero si luego la tortilla se da la vuelta y, supongamos, la realidad te golpea en todos los morros… Pues eso,
será de nuevo el momento del victimismo, la conspiración, la rabieta de niño pequeño, el encabronamiento…

jueves, 10 de enero de 2013

Evocar a Dracón

Repasando las noticias de enero pasado, me he llevado una sorpresa al ver el artículo que dedicaba a Hugo Chávez, recién operado entonces del cáncer que hoy le quiere robar la vida (ver http://www.loquesemepinta.blogspot.com.es/2012/01/cerbatanero-ignorante.html). Entonces me metía con él y decía que, siendo como era, como es, dudaba de que aquella maniobra de dejar de recibir quimioterapia fuera cierta, que quizá no le hiciera falta y así vendía su valentía al pueblo (y asentaba aún más su liderazgo), o realmente era un desaprensivo que no creía en meigas, en enfermedades, o que simplemente quería suicidarse.
La mente de las personas es un templo al que nadie puede acceder y que nadie debería profanar soltando de forma gratuita falsos testimonios. De ahí que yo no sepa (ni quiera saber) lo que pasa por la mente de ese hombre (ya lo puse en duda hace un año), pero siga en mi propósito, erre que erre, de denunciar ese rastro populista y tercermundista que Chávez va dejando tras de si en todo lo que hace, incluso cuando las está pasando putas.
El poder envenena, esclaviza, se agarra a tus carnes y a tu cerebro y no te deja en paz nunca más. Es la peor adicción, la peor droga, capaz de hacerte vender a tu madre por un voto, por un euro, por un pellizco más de poder, capaz de corromperte hasta las trancas. Ayer me enteré que en España tenemos en la actualidad a 300 políticos encausados por corrupción, es decir, a una media de 6 por provincia, que aparte de camellos y chorizos, no creo que haya otra media en lo que a datos de delincuencia se refeire muy superior (o semejante).
Ya lo sabían los griegos. Cuando la democracia se corrompía colocaban a un dictador en el poder y se quedaban tan panchos, y no a un dictador cualquiera, sino a tipos como Dracón y Solón, angelitos, hermanitas de la caridad que pasaban a cuchillo a todo el mundo y hacían una limpia en condiciones del sistema político y lo dejaban bien aseadito. Y una vez arreglado el patio, volvían a instaurar su democracia y aquí paz y después gloria. Por cierto, si no han acertado a adivinar la ironía cuando hablo de Dracón, sepan que el término draconiano viene de sus acciones, y para más información, consulten el diccionario de la RAE o una enciclopedia en condiciones.
Dracón, no sólo no se andaba con chiquitas, sino que además se pasaba por la piedra de afilar a todo el que se salía de la fila o se movía en la foto.
No voy a defender la implantación de una dictadura ni mucho menos, pero la corrupción que alcanza nuestro sistema en este país debería acometerse con una dureza y legislación draconiana, porque empieza ya a tocar un poco los webos que pillen a una sarta de políticos con las manos en la masa (sí, esta vez a los de UDC, pero aquí han pringado todos los partidos) y se vayan de rositas. Si pescan a un gitano o a un drogata saliendo de una joyería con menos de la mitad en el refajo, se va a chirona por 10 años aunque, como han hecho los políticos, devuelvan el dinero. Joder, que no hay derecho, que personalmente estoy hasta los mismos cojones de cómo se toma el pelo a la gente con tal de quedarse ahí arriba a la sopa boba y con el cetro en la mano, como cualquier político del mundo, como Rajoy, como Mas, como Rubalcaba, como la Merkel, como el pobre cervatanero, que incluso (Dios no lo quiera) después de muerto querrá seguir gobernando.
Y lo peor es que me temo que los jueces comienzan a ser también parte del problema.