Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



ESPACIO

UN ESPACIO PARA CONTAR LO QUE ME DA LA GANA


miércoles, 17 de diciembre de 2014

La agonía de la prensa


Quizá es que yo soy demasiado sensiblón, o que cuando la noticia tiene como protagonista a niños me impresiona sobre todas las cosas, pero sea como fuere, creo que estamos perdiendo la noción de contemplar las cosas en su justa medida, sobre todo en España.
Ayer fueron asesinados a sangre fría y sin contemplaciones 145 niños en Pakistán. Me sobrecogió que Carlos Alsina, en Onda Cero, abriera su “Brújula” a las ocho de la tarde con un relato afectado y pormenorizado de la masacre. El periodista, con el que coincido casi siempre en criterio y sorna, estaba tocado, casi hundido. Dejó de lado el resto de noticias del planeta y se centró en hacernos conocedores de la barbarie en toda su dimensión. Incluso tres horas más tarde, cuando su programa aborda una célebre sección de economía, Alsina seguía a vueltas con el tema y sus contertulios economistas dejaban de lado los números y se ciscaban en todo lo que se mueve ante tamaño atentado.
Ayer por la tarde no podía por menos que estar consternado y perplejo, pero mi perplejidad fue en aumento cuando comencé a ver noticiarios en la televisión a eso de las 9 de la noche. Antena 3, de la que tengo un alto concepto periodístico, abrió con el caso Pujol, y después pasó a la Infanta, luego se metió con Artur Mas… y ya no sé qué más (porque mi asombro me ha hecho olvidar el resto). Hasta que, como cuarta o quinta noticia, contó la matanza de los talibanes. No me podía creer que un medio de comunicación de contrastado prestigio metiera la pata de tal manera. ¿El editor del telediario estaba de vacaciones? Hasta me hizo dudar si el que no tiene criterio soy yo. Por eso hoy mismo me he puesto a ver las portadas de los periódicos digitales españoles: ABC, El mundo, El país, El confidencial, La vanguardia, El correo, La voz de Galicia y Diario de Navarra. Ninguno de ellos, NINGUNO, abre con el asesinato de 145 niños en un colegio de Pakistán, que es tanto como decir el particular 11-S u 11-M de ese país en lo que a terrorismo se refiere ha pasado como una noticia de sucesos en España. El que más se acerca lo pone como tercera o cuarta notica detrás de la ristra de chorizos corruptos que cuelgan de este país.

Si la prensa pierde el norte nos perderemos todos irremediablemente.
Por el contrario, si nos damos una vuelta por el resto de países, Le Monde abre con la noticia de los niños; Il Corriere della sera la coloca en tercera posición; The New York Times, en segunda (detrás del secuestro de Sidney); Spiegel coloca un video en segunda; The Times abre cabecera con ella.
Este país no tiene remedio. Hasta los editores de los medios de comunicación han perdido el norte y ya se dejan llevar por asuntos que más tienen que ver con páginas de sucesos (porque un corrupto no deja de ser un jodido y rastrero mangaparaguas a gran escala). ¿Tan importante son Pujol  y familia, las gilitonteces de Mas, el maguis de la Infanta -y su duquito-, Fabra, Matas… como para que la muerte de 145 niños ejecutados pase en España a un segundo plano? Si la prensa pierde el norte, verdaderamente podemos darnos por jodidos.



martes, 2 de diciembre de 2014

Con suerte Podemos nos va cambiar



Me preguntaba hace pocos días en alta voz (o por escrito, que así perdura más tiempo) las consecuencias que podía acarrear una irrupción a gran escala de Podemos en el panorama político. Voy a ahondar un poco más en el tema ya que su más que probable presencia como una de las principales fuerzas en la elecciones del año que viene me tienta a hacer de adivino, más por pura lógica que por ser un entendido en política (de la que, lo admito a mucha honra, no tengo ni idea, ni falta que me hace).
     No lo dije en su día a aunque lo pensaba. Podemos va a obligar a que algunas fuerzas políticas pacten para conservar su trasero en los sillones del poder. Y no me he equivocado. Pero la solución era fácil, no me otorguen un mérito que no tengo. Está claro que ni PP ni PSOE van a consentir que Podemos se suba arriba del todo. ¿Por qué? Pues yo creo que hay varias razones, desde las más peregrinas hasta las más sesudas, desde que no quieren que nadie les rompa su statu quo de “ahora me toca a mí, luego te toca a ti”, como que de verdad se están dando cuenta de que con las cosas de comer no se juega, que la democracia es un bien sagrado y que de tanto usar el amor se les ha roto, y sin amor no hay vida.
     Podemos es bueno para el país, es lo mejor que nos ha pasado en toda la democracia. Desde 1975 nada hacía de contrapoder al propio poder (ni la prensa, ni el Senado -¿para qué sirve el Senado?-, ni los jueces… ¡Nada!) Llevamos ya más años de democracia que de dictadura y nadie se había dado cuenta que seguíamos con una dictadura que se forjaba en las urnas pero que, una vez escrutada, hacía lo que le daba la gana, sobre todo pan y circo, poco pan pero mucho circo.
     De repente aparece un profesor con coleta, listo e incisivo, inteligente, un zorro, y a los políticos de todo el espectro español les tiemblan las canillas (incluidos los independentistas. Saben de buena tinta que con Podemos en el poder no se independizan ni de coña porque terminan todos en el trullo y el Ejército por las calles).
     Hoy me ha parecido escuchar a la Cospedal que podrían pactar un gobierno de coalición con el PSOE, aunque luego se ha desdicho porque pierde votantes como mantenga su bravata y que lo estudiarían llegado el momento. Y el Sánchez, sí, el nuevo del PSOE, muy tiernecito aún pero yo creo que con buenos mimbres de político, aparte de alguna gilitontez propia de la edad y del cargo recién estrenado como la de anular la modificación de la Constitución, le ha salido a la Pepera con que en el PSOE no se casan con nadie, ni siquiera cuatro años, aunque llegado el caso sí les tenderían la mano en sanidad y educación. ¡Coño, educación! ¿Se imaginan un pacto PP/PSOE en educación? Pues yo no, pero si Podemos logra provocarlo, bienvenido sea, de verdad. Porque ―y ya acabo esta reflexión de asiento de Metro― PP y PSOE a día de hoy no sacan pecho y hacen lo que tienen que hacer simplemente porque han hipotecado durante cuatro décadas a sus votantes. Los han educado de tal manera que si ahora se desdicen, el electorado moldeado a su imagen y semejanza les dará la espalda por traidores, que no es otra cosa que lo que les han enseñado todos estos años, a ser unos sectarios teledirigidos que no tienen otros conocimientos donde apoyarse que los que ellos les han ofrecido. Vamos, que de esos polvos vienen estos lodos y que en el pecado llevan la penitencia.
Espero que Quino me deje utilizar su ingenio para ilustrar un problema que en España nos debería sonrojar.
      Lo dicho: si Podemos hace que la educación en este país se aparte de la política y se moldee a futuras generaciones con rigor para conseguir seres humano libres de pensamientos instaurados a martillazos, algo habremos conseguido.



martes, 18 de noviembre de 2014

¿Podemos o no Podemos?


     Noviembre se me escapa y no tengo al día un minuto para escribir en el blog. Pero no quiero dejar escapar más tiempo sin dejar mi opinión sobre un hecho que me atrae y me preocupa a partes iguales, porque muchas veces el ser humano se ve fascinado por peligros que tienen la certeza de que le pueden causar daño a uno. ¿No le ha ocurrido nunca tener el deseo de pasear la yema del dedo por el filo de un cuchillo?
     Ahí estamos, en el filo de navaja. Creo que después de cinco años escribiendo en este Blog el lector ha debido ya de darse cuenta de que no cojeo hacia ningún lado de la política: ni azules, ni rojos, ni verdes, ni na’. Simplemente apelo al sentido común cuando estimo que hay algo que clama al cielo. Y este caso no va a ser una excepción. Me atrae el fenómeno que estamos viviendo con el (ya hoy) partido político Podemos, y a la vez me aterra que mis paisanos se acerquen al borde del precipicio para ver qué ocurre si sale elegido. Y es que en la entrevista que el pasado domingo le hizo Ana Pastor a Pablo Iglesias, se comprobó que el líder de Podemos tiene una cosa muy clara: no tiene nada claro lo que quiere hacer. Sus contestaciones a base de evasivas y pocas concreciones (“lo estudiaremos”, “llegado el momento veremos”… ) casi le hace perder la paciencia a una periodista que goza de un gran autocontrol. Pablo Iglesias demostró que ya es un político en toda regla, de los que no dicen nada, de los que no se mojan, de los que despistan a la concurrencia. Conclusión: un político que ha ingresado en esa casta que tanto odia por la puerta grande.

Pablo Iglesias, el iluminado, que todo lo ve y todo lo sabe.
     No todo va a ser malo. El entrevistado y candidato a ser presidente de los españoles hizo una cosa bien, algo que ayer comentaba Carlos Alsina en Onda Cero y con el cual coincido plenamente: creó expectativas. Ni PP ni PSOE ni nadie a día de hoy crea deseos, pero Pablo Iglesias sí, y siempre lo hace apoyándose en el desencanto popular: "si me votáis, nada va a ir a peor, sólo a mejor. Pan y justicia". Nos ofrece su opción como si fuera un yogur. “Si ha probado ya Danone u otros de marcas blancas y no le gustan, ¿qué pierde usted si nos prueba a nosotros?”
     El problema de este país (lo digo por enésima vez y no me canso) es la educación, y como no estemos listos lo vamos a sufrir en nuestras carnes todos los españoles. Para empezar lo van a llevar como penitencia durante mucho tiempo PP y PSOE, que no se han puesto de acuerdo para educar dignamente a las generaciones hijas de la democracia. Aahora cualquier político populista se los lleva al huerto sin contemplaciones y, lo que es peor, sin el menor esfuerzo. Este pollo descamisado (vaya el apelativo en honor a Alfoso Guerra) les va a robar varios millones de votos los dos grandes partidos. Y es que no hay que ser un buen pastor para conducir a los borregos, y este país está lleno de ellos.
     Pablo Iglesias se erige como un Castro cubano o un Chávez venezolano cualquiera. Todos los que no saben hacer la “o” con un canuto se cree que la quimera que nos presenta es totalmente realizable. Sí, incluso usted que me está leyendo tampoco sabe hacerla si tiene menos de 40 años porque no le han educado, y lo peor es que no es consciente de ello. En su día lo hizo Fidel Castro y el Che con los campesinos analfabetos de Cuba (eran otros tiempos y casi se podría justificar su revolución), y después lo hizo Chávez o Evo Morales con los pobres que no saben por dónde les da el aire. Y en España sí sabemos por dónde nos da, pero mucho me temo que vamos a pretender arreglar nuestros sinsabores y nuestra ira con un voto de castigo que, no sólo no srive para mucho, sino que además nos va a llevar directamente a ser gobernados por unos idealistas que, eso sí, tienen las ideas muy claras de lo que quieren hacer después de haber ganado en las urnas democráticamente (¿o es que acaso no lo tenían Castro, Chávez, Evo…). Lo que nos ofrece Podemos es un caramelo envenenado.
     Para empezar, el prenda de Pablo Iglesias propone que si gana las elecciones nos sacará de la OTAN. Este tío es un lince. No sé si se dará cuenta de que, con la que está cayendo en el planeta, es un magnífico momento para quedarnos solitos y desamparados en el panorama internacional (con la de yihadistas que hay sueltos por ahí tratando de recuperar Al Andalus...)
     No les voy a pedir el voto a favor ni en contra de nadie (ni hoy ni  nunca). Sólo les pido, les ruego, que reflexionen y hagan reflexionar a sus prójimos, que con las cosas de comer no se juega y a mí este tipo me tiene acojonado.


martes, 7 de octubre de 2014

Ébola: sin dramatizar, sin menospreciar.


¿Ébola en España? ¡La hemos cagado! Pero no se alarmen, que no me refiero a la enfermedad en sí, a su improbable propagación por el país, a una más que hipotética epidemia. Aquí, en el primer mundo (aunque juguemos en segunda división) estamos bien alimentados, nuestras defensas son algo más fuertes que allá en África, nos lo tomamos más en serio, si hay que quemar a nuestros muertos se les mete fuego, y los medios de comunicación nos tienen puntualmente informados y, por ende, acojonados.
A eso me refiero cuando suelto tamaña ordinariez al decir que la hemos cagado. De aquí en los próximos no sé cuántos meses lo único que vamos  a escuchar, leer y ver son pestes acerca del ébola, la ministra, el protocolo, la OMS, la ONU y la madre que la parió. Porque cuando en España nos ponemos a dar caña, no nos paramos en tonterías. Si el contagio llega a ser en otro país europeo nos la trae floja, vamos, que si teníamos un viaje contratado a ese país, nos vamos y tan pachos, que de eso no tengo duda. Pero como el caso ha saltado aquí, hay que cortarle los webos a todo bicho viviente tenga o no que ver con el virus o su contagio. Abróchense los cinturones porque las tertulias van a reventar más venas en el cerebro de lo que podría hacerlo el ébola. ¡La cantidad de tonterías que vamos a escuchar!, la cantidad de periodistas que vamos a ver que, de la noche a la mañana, son expertos en epidemiología, en sanidad,  en protocolos..., vamos, que se nos va a ir tanto la pinza que no me extrañaría que ciertas cadenas de televisión acusaran a Mas de haber traído a Madrid el bichito escondido en cualquier lado para distraer la atención de los españoles e independizar Cataluña así, a la chita callando, por la puerta de atrás.



Espero que el ébola nos dé tregua y los medios de comunicación también, sobre todo los más alarmistas. Hoy ya he visto una encuesta en un diario nacional que preguntaba si el Ministerio estaba capacitado para parar una posible epidemia. La pregunta es como para contagiar adrede al gilipollas que la ha planteado, pero la respuesta era mucho más acongojante: el 75% decía que No, o lo que es lo mismo, que para las tres cuartas partes de los lectores que han contestado el Apocalipsis está a la vuelta de la esquina, vamos, en Alcorcón. ¡Ay, país de periodistas sectarios y plebe inculta! (Reforma educativa por consenso ¡ya!)
Lo que sí tengo claro es que algo ha fallado, algo no ha salido como tenía que salir o había algo equivocado en alguna parte. Ignoro si es el protocolo, o el celo de los profesionales (mira que me cuesta creer que haya habido desidia cuando te estás jugando la vida, aunque no es menos cierto que de todo hay en la viña del Señor y en España somos muy dados a aligerar de dramatismo hasta a la misma muerte), o incluso que el virus sea más resistente y escurridizo de lo que teníamos pensado… o que se nos están colando infectados en pateras y/o similar…
No tengo ni idea. Lo único que quiero decir es que no es necesario exagerar en uno y otro sentido. Tenemos un problema y habrá que solucionarlo. Punto. Y una vez solucionado, buscaremos cómo prevenirlo en el futuro y, si los hay, castigaremos a los culpables (si se dejan).

                        N.del A.: lo que me ha costado elegir el título para no resultar sensacionalista, ni alarmista...




viernes, 12 de septiembre de 2014

La sabiduría de las abuelas.


De verdad que no lo entiendo. Quizá es que he perdido el norte y no sé ya ni lo que pienso. Me refiero a la Diada y a la consulta del 9 de noviembre, y a las ansias de una Cataluña independiente. De verdad que no lo entiendo, pero no me refiero a los catalanes, sino a los que estamos a este lado de la frontera, a los que vivimos fuera de Cataluña. Porque lo que sí comprendo perfectamente es que los catalanes se quiera independizar. No lo comparto, pero lo comprendo. Rasgos tan distintivos como una lengua propia y una cultura propia es suficiente como para querer separarse del resto del planeta y proclamar a los cuatro vientos que son distintos a todos y que quieren hacer las cosas por ellos mismos, como los Kurdos, el Tibet o El Sahara…, pueblos con identidad propia que viven más o menos felices porque se les ha reconocido que  lo son y apuntan maneras a convertirse en un futuro en países solventes ocupando la primera línea mundial en lo que se refiere bienestar social y solvencia económica, con PIB que asusta a los grandes. Me parece muy digno.



Lo que no entiendo es esa ansiedad del resto de España porque no se vayan, sobre todo del Gobierno y de todo lo que apesta a Madrid. “Que si la Constitución no lo permite, que si es cosa de todos…” ¡Qué coño! Llevamos más años de democracia que de dictadura franquista, a ver si nos enteramos de una vez, y parece que tenemos menos libertades con la democracia que con Franco, y a mí ya se me está haciendo largo este periodo. Si hay algo bueno en democracia es que podemos cambiar las reglas del juego cuando a la mayoría le da la gana, que es el pueblo el que gobierna. Así que si la gente quiere una cambio en la Constitución se hace ya y no cuando a los políticos les salga de los webos.
Por eso, no solo estoy extremadamente a favor de la consulta en Cataluña (el morbo me corroe para saber qué van a hacer salga a favor o en contra – ver también http://www.loquesemepinta.blogspot.com.es/2013/12/estado-catalan-pos-vale.html), sino que se debería plantear otra consulta para modificar de una vez una Constitución anticuada, muy anticuada, más aún ya que la dictadura de Franco. Así, no sólo podríamos discutir de una vez si es mejor un Estado Federal que uno Autonómico, sino que el resto de españoles además podríamos darnos la satisfacción de poder opinar y decidir sobre la soberanía y la secesión de ciertos territorios, que lo mismo hasta nos llevábamos una sorpresa. ¡Ay!, es que este tema me aburre tanto… Lo mismo es que soy incapaz de ver las consecuencias de una secesión, pero de lo que estoy absolutamente convencido es que a lo que quede de España nos hará pupa, pero a Cataluña la va a hundir. En cualquier caso, el tema me aburre. Por lo que a mí respecta, o mucho cambian las cosas o por mi parte, en lo que a opinión y blog se refiere, punto y final.
Por cierto: aviso a navegantes. Si algún día ocurre eso que te dicen las abuelas (“mucho cuidado con tus deseos, a ver si un día se van a cumplir”), lo que seguro que ningún español va a aceptar de nadie son victimismos ni excusitas. Más claro: si te quieres pirar, te piras; pero con dos cojones y todos felices. ¡Ah!, y a llorar a la ONU.

.

miércoles, 18 de junio de 2014

La sensatez de la memoria




A punto de terminar mi nueva novela, hago un pequeño paréntesis para invocar la sensatez de la memoria ahora que la selección de fútbol se ha sacado el billete de vuelta a casa y lo único que se me pasaba por la cabeza era rabia, impotencia, tristeza, enfado y un sin fin de sensaciones amargas.

H recordado que había ya dejado las espinillas de lado, es decir, acababa de cumplir los 20, cuando estaba realmente convencido de que me sería muy difícil en toda mi vida llegar a disfrutar de un éxito deportivo al más alto nivel. La Historia me ha demostrado que pecaba de pesimismo. Hoy, haciendo memoria (y como van a comprobar a continuación, la tengo flaca), me he dado cuenta de que:

  • En fútbol, he visto ganar 8 Copas de Europa (4 al R. Madrid y 4 al F.C. Barcelona), además de 2 Eurocopas, 1 Mundial y 1 oro olímpico.
  • En baloncesto han caído también algunas copas de Europa, más ―al menos― una Eurocopa y un Mundial (y creo que una plata olímpica; ya no sé si un oro, pero no me extrañaría).
  • En balonmano más de lo mismo; algunas Copas de Europa de clubes, más un campeonato de Europa de Selecciones, un Mundial (o dos) y creo que también un oro olímpico (si no plata)
  • En tenis, ¡joroba en tenis!, nos hemos inflado a ver cómo ganábamos una docenita de Roland Garros entre Nadal, Bruguera y compañía, y algún Wimbledon, y creo que un USA Open y un Australian Open, y las chicas también han hecho de las suyas. Y oros olímpicos de ambos sexos, y en dobles también.
  • En ciclismo nos hemos ventilado unas cuantas Vueltas a España, Tour y Giro (Contador, Indurain y demás…), y Mundiales contra-reloj y en ruta, y algún que otro oro olímpico.
  • Y en Fórmula 1, no sólo hemos ganado muchos grandes premios (que yo hasta hace unos pocos años lo dudaba), sino también un par de mundiales.
  • Y hemos triunfado también en golf, y en waterpolo, y en jockey sobre patines y sobre hierba…

 
No he contado cuántos títulos al más alto nivel llevo reseñados en este artículo, pero seguro que suman más de medio centenar. Cuando yo no había cumplido 20 años nada de todo lo anteriormente expuesto había sucedido. Ni siquiera vislumbraba la posibilidad de verlo algún día. Y ha ocurrido.

Hoy nos hemos eliminado nosotros solos de un Mundial, en 2 partidos, lo que casi era práctica habitual hace algunos años. Quizá nos habíamos hecho muchas ilusiones con la docena de ancianos (futbolísticos) y de novatillos mundialistas que han viajado a Brasil. Sí, es cierto que ya podían haber conquistado al menos los fatídicos cuartos de final, pero las sillas de ruedas no corren tanto como las piernas jóvenes. Fastidia, escuece, cabrea… pero nada más. Dentro de 10 años estos hombres a los que hoy han caneado hasta la saciedad en Maracaná volverán a ser héroes aclamados y recordados con cariño y admiración por las masas, igual que Indurain, Di Estéfano, Epi y López Iturriaga… Y que se vayan preparando Fernando Alonso, los hermanos Gasol, Rafa Nadal y compañía. Cumplirán su penitencia pero ya tienen su parcelita en el Olimpo de los dioses, al igual que las jugadas maestras Xavi, el ímpetu y pundonor inigualable de Puyol o las paradas imposibles del santo Casillas. No es un fin de ciclo. Es la vida misma, en la que hay un día que todo empieza y otro día en la que todo acaba. Lloremos a nuestros muertos, pero hay que recordarlos como lo que fueron y lo que nos dieron. Sin ellos, yo seguiría añorando ganar cualquier cosa, incluso a las chapas… y me he hinchado a ver victorias.

Y hoy, en este caso, si hay algo que de verdad cuenta agradecer a la Selección, es el habernos ahorrado unos 23 millones de euros en primas, que no está el país para esos gastos.


.

viernes, 25 de abril de 2014

Grande Tito Vilanova



Artículos así cuesta plasmar en un papel, porque te llenas de rabia antes de plasmar la primera letra y, en lugar de desahogarte mediante la escritura, lo único que sientes es crecer de nuevo la ira en tu interior.
Hace un par de años se fue un amigo mío con tan sólo 42 años, un tipo Nacho que era sanote, simpático, alguien que vivió sin vicios conocidos o desconocidos, amigo de sus amigos…, y un mal cáncer de piel se lo llevó por delante en apenas dos años.
Lo mismo le ha ocurrido hoy a Tito Vilanova, de edad parecida a la de mi amigo, seguramente también un tipo sano que no fumaba, no bebía, hacía deporte… y otro cáncer le da la puntilla. Punto final.
Ahora podría ponerme a soltar toda esa retahíla que reza que siempre se van los mejores, los que aún les queda una vida o dos por vivir, los que no hacían mal a nadie, los que no corrieron riesgos. ¿De qué sirve lamentarse sino únicamente para que la desesperación te inunde y te quedes hecho unos zorros? Siento la muerte de Tito muy cercana porque la vida ya me ha golpeado de igual manera cuando me quitó a Nacho, y me revelo contra el destino, el ajeno y el propio. ¡Cuántas cosas por hacer y de repente, así, de un día para otro, te dejan en fuera de juego y luego expulsado!

Hoy hemos sufrido una auténtica injusticia en el fútbol.
 Sufrí la crisis de los 40 cuando aún no había cumplido los 39. Ves que la vida pasa demasiado rápido, que se te escapa entre las manos y, ¡joder!, ¡te quedan tantas cosas por hacer! Fueron un par de años duros viendo cómo la muerte me comía terreno sin tener fecha fija de caducidad, porque gracias a Dios o al diablo no sé cuándo me llegara la hora (mañana, en un mes, en un año, en 10, en otros 40…). Y entonces decidí que todo este barullo desquiciante llamado vida no merece tomársela en serio porque igual mañana no te levantas, o te deja postrado en una cama, o en una silla de ruedas, o pegado a una máquina.
La vida es para vivirla sin demasiados miramientos, con responsabilidad pero arriesgando hasta donde quieras arriesgar, y aprovechando las oportunidades. Por eso, tomé la determinación de coger la vida al vuelo, de no dejarme nada en la cartera, de viajar cuando y cuanto puedo, escribir cuando y cuanto quiero, ir a un concierto, salir de casa o quedarme en ella, ir con un amigo y perder horas de sueño si es necesario, estar con mi familia o dejar de estarlo cuando toca, ver, amar, sentir, nadar, cantar… sin dejar pasar la oportunidad porque seguramente nunca volverá. Y también aprovechar para cuidarme y así tratar de exprimir la ocasión cuando llegue. Pero, aún así, el día que toca beber bebo, el día que toca fumar fumo, el día que toca saltar salto, río, lloro, voy, vengo… No quiero que esa puta de la guadaña se equivoque otra vez como les ha pasado a Nacho o a Tito y se entretenga conmigo. Porque, a ver, ¡lista e impertinente dama de negro!, habiendo tanto hijo de puta suelto, ¿por qué te cebas con ellos ―que eran nuestro futuro― y te dejas en la lista de espera a gentuza como políticos, banqueros, traficantes, mangantes, chorizos, estafadores, cometarros, terroristas, obsesos, pedófilos, violadores, atracadores, engañabobos… o a mí?
Tito: descansa en paz.

jueves, 24 de abril de 2014

Mirándonos el ombligo



Javier Reverte, en su libro “Los caminos perdidos de África”, viene a decir algo así como que, después de semanas viajando por el mundo le echa un vistazo a un periódico español allá donde esté, se da cuenta de que en Europa ya no pasa nada lo suficientemente importante como para ser noticia.
Los que hemos tenido la oportunidad, el privilegio y la gran suerte de viajar, sobre todo a países donde el acceso a la información es muy restringido (ya sea por regímenes políticos poco recomendables, circunstancias tecnológicas adversas o ambas cosas unidas), seguramente suscribiremos palabra por palabra lo que dice Reverte. Yo acabo de volver de Cuba después de un periplo gratificante por medio país y, cuando de regreso a España me senté en mi casa a ver el primer telediario después de dos semanas, me di cuenta de que todo era lo mismo que había dejado atrás a mi partida. Apenas había cambiado nada y, lo peor: casi todo lo que se decía carecía de importancia. Aunque ya lo sabía de antemano, me di cuenta entonces de que los medios de comunicación nos envenenan y nos hacen adictos a la nada, porque de toda la carnaza que nos sueltan a diario, la inmensa mayoría es sintética, prefabricada, construida a propósito para generar en nosotros un interés del que ya carecen la mayoría de las noticias que ofrecen. Realidad inventada para vender.

Me da la impresión que los periódicos vienen en blanco.

 Lo único que rescato de todo lo que vi ese día (o cualquier otro, ayer mismo; ya digo que el noventa y cinco por ciento no sirve) es la crisis de Ucrania, y la cojo con pinzas, porque está claro que La Unión, USA, Rusia y la propia Ucrania están regodeándose en el juego de las apariencias ya que a ninguno de estos actores les conviene que estalle un conflicto que no aportaría nada a nadie, además de recrear una crisis aún latente.
Con semejante panorama, los motivos, incentivos o excusas que a diario busco (y apenas encuentro) para seguir publicando en este blog se hacen cada vez más escasas en lo que anoticias se refiere. Aunque trato de nutrirme de la realidad de la calle, muchas veces, ante la falta de tiempo, uno tira de las noticias que lee en la prensa, escucha en la radio o ve en la televisión. Y se cansa de cabrearse, de denunciar lo obvio, de tratar de sacar a la luz un poquito de sentido común. La política y la realidad social de este país aburre, y no sólo a mí. Nos aburre a todos porque realmente aquí pasa muy poco de importancia, apenas nada. El país, jodido o no, sigue ahí, debajo de nuestros pies, a nuestro alrededor, entero, estable, con 6 millones de desempleados, y seguiría igual con 16 o, como antes, sólo con 2.
Que nadie me lo explique: nos dicen que cae el consumo (o que crece), que cae la confianza (o que sube), que la prima de riesgo se dispara (o se encoje), que la pobreza de las familias españolas es mayor que antes (o menor), que las preferentes no se devuelven (o sí), que no sé qué, que no sé cuántos… pero hago memoria y, salvo mínimas diferencias, yo sigo viendo lo mismo, restaurantes más o menos llenos, gente en el cine, gente de vacaciones, carreteras llenas los días de diario y más los fines de semana, el Carrefour, Mercadona y El Corte Inglés con compradores a cascoporro y carros más o menos llenos… Lo único distinto es que por las calles se ven más comercios cerrados.
Es innegable que ha habido cambios que se han manifestado más o menos a nuestros ojos, pero el país sigue ahí porque la mitad de la conciencia y del miedo que hemos tenido (y seguimos teniendo) a la crisis nos ha venido vía parental a través de los medios de comunicación. En occidente no pasa nada porque está prohibido que pase algo verdaderamente gordo (¿qué le ha pasado a Grecia, a punto de quebrar, de salir de la Unión…? Nada). Lo único grave que te cuenta a día de hoy un noticiario es que, por un descuido, puede desatarse un conflicto en Ucrania. Punto. Y ésa es una sola noticia, una única noticia dentro de las más de 100 que nos despachan a diario. Y Ucrania, igual que Yugoslavia en los años noventa, nos pilla bien lejos.
¡Cuánta razón tiene esa gente que viaja y conoce mundo! ¡Qué sabiduría acumula de ver lo que nadie ve y reflexionar sobre lo que nadie reflexiona! El que se mira el ombligo siempre lo ve muy sucio o muy limpio, según le convenga. El que mira el resto de ombligos, sabe que en el suyo casi nunca pasa nada y, lo que ocurre, carece la mayoría de las veces de la importancia que se le da.



miércoles, 26 de marzo de 2014

Matar un policía por dignidad



¡Tócate las narices! ¿Qué se puede pensar de varias docenas de asociaciones que organizan una marcha por la dignidad y luego son incapaces de desmarcarse de dos centenares de hijos de puta que se dedican a querer matar policías? Faltos de reflejos, han tardado en condenar a los violentos. Algunas, ni siquiera lo han hecho pasado tres días. ¿Dignidad? Permítanme al menos el beneficio de la duda.
Una sociedad que permite o se dedica a matar policías ―o mira para otro lado―, es una sociedad enferma de muerte. La policía es la garante del Estado de Derecho. Cuando alguien nos roba, nos pega, nos insulta, nos amenaza, nos engaña, llamamos a la policía para que ponga al interfecto bajo el peso de la Ley. Si nos dedicamos a cargarnos policías ―inlcuso cuando únicamente se tenga la intención―, estamos tirando por tierra nuestra propia seguridad. Nos equiparamos a terroristas y asesinos. Y esos dirigentes populistas que son capaces de excusar cualquier acción en nombre del pueblo y de sus derechos, atentan directamente contra el primero de todos: la libertad. Porque la policía es la garante de nuestra libertas. Sin policía se produce el caos, la sociedad se resquebraja y terminamos siendo una república bananera ―cosa de la que, por cierto, estamos cerca aunque por otros motivos, por ejemplo, este tipo de asociaciones sin principios, asociaciones populistas “maduristas” chavistas” de todo a cien―. Si encima, estos tuercebotas, ineptos, incultos, necios, bobos de baba, piden la puesta en libertad de aquellos que, con premeditación, alevosía, nocturnidad y organizados como bandoleros, han tratado de partirle el cráneo a un agente con adoquín de tres kilos de hormigón, sólo merecen que les hagan los mismo en los dientes, a ver si les hace tanta gracia y, jajaja…, ¡qué gracia!, llaman a la policía.


Está claro que en Madrid el pasado domingo no fue el mejor día de los antidisturbios, pero eso no quiere decir que se haya levantado la veda de matar policías. Lo que pretenden esos hijos de puta es que una noche a un gente se le vaya la cabeza inundada de miedo y de pánico, desenfunde la pistola y se produzca una tragedia. Y entonces, claro, la culpa será de la policía. Tengamos en cuenta de que bajo ese uniforme hay personas normales que velan por nuestra seguridad, sí, por la tuya y por la mía, por la de tu madre, para que vaya a una manifestación, grite lo que le pida el cuerpo y vuelva a casa sana y salva; para que a tu hijo, que va ajeno a todo sentado en un carrito, no le caiga un adoquín en el cráneo que iba dirigido a un policía, para que tu novia ―o novio― pueda seguir queriéndote por la noche cuando llegues a casa…, para que los periodistas ―a uno de ellos le abrieron la cabeza el domingo como vi en unas imágenes en televisión―, puedan contarte lo que sucedió, tengas acceso a la realidad y puedas formarte una opinión. Para todo ―y para mucho más―sirve la policía. Creo, sinceramente, que nadie se da cuenta de la gravedad de los hechos.
Esos descerebrados indecentes, asesinos en potencia ―o de facto de no mediar el casco del uniforme―, deben pasar un ratito a la sombra, sí, un par de añitos o tres, o cuatro, y que con esos “cojones” que les caracterizan detrás de un pasamontañas, traten de implantar su ideología antisistema en una cárcel, donde un macarra profesional les enseñará las normas sociales e inamovibles del trullo. Y, si es menester, los pongan mirando a Cuenca montando en globo. A ver si entonces hay tantos cojones para hacerles frente… o se van a amparar en la policía para que les salve su, hasta ese momento, inmaculado culo.


domingo, 23 de marzo de 2014

Suárez: adiós al último grande

Sólo se me ocurren frases manidas para comenzar a hablar de Adolfo Suárez. Y es lo que tiene la muerte, que te abotarga la imaginación y la lengua. Así que empezaré diciendo que pensaba en él y en su enfermedad cuando, por sentido de gratitud, me dispuse a escribir sendos artículos para Manuel Fraga y Santiago Carrillo momentos después de sus respectivos fallecimientos. Ambos habían contribuido a crear el clima propicio para que España pasara de un régimen dictatorial a una democracia plena. Pero el verdadero artífice de que se llegara a buen puerto y que el resultado fuera auténtico, sin sucedáneos ni aditivos, fue Adolfo Suárez. Y lo hizo de forma elegante, limpia, inteligente, comprometida, buscando el consenso y jugando una partida de ajedrez con todas las fuerzas políticas en la que el pueblo fue quien ganó. Por supuesto, S.M. el Rey don Juan Carlos también tiene buena parte del mérito, elegir al mejor y confiar en él. Pero el que se batió el cobre en aquellos momentos inestables y difíciles fue Adolfo Suárez.

Los dos arífices de la Transición: les debemos mucho aunque a muchos les flaquee la memoria a la hora de reconocerlo.

Desde que se le diagnóstico esta terrible enfermedad me he visto aún más unido a él. Santo de mi devoción por eso de que todos los extremos son malos y en el centro está la virtud, este gran hombre era recto ante las adversidades, inteligente ante los retos, simpático y leal con los amigos y, sobre todo, con su país. Eso decía mi madre, que también murió de Alzheimer y ya va para 17 años. De ahí que no sólo me haya interesado por él cuando su nombre volvía a escena, sino que, agradecido y con ganas de aprender más y más, he visionado unas cuantas veces la serie de TVE “La Transición”, donde a través del relato de la periodista Victoria Prego, te haces una idea muy acertada del encaje de bolillos que tuvo que hacer Suárez para llevar adelante la misión que le habían encomendado. Era como tratar de desactivar una bomba nuclear utilizando guantes de boxeo. Al principio nadie daba una peseta por él. Pero, gracias a su sentido del deber, de la obligación y de la dignidad, pudo.

     Cuando muere una persona que no ha hecho nada de reconocido mérito en la vida, siempre se habla de ella como ser humano. Se menta el verbo ser pero no el verbo hacer. “Fulanito era…” frente a “fulanito hizo…”, seguramente porque no hizo nada. Con Suárez no hay más remedio que rendirse a la evidencia y decir que, no solamente “era”, sino que efectivamente “hizo”: lucho por su país y por conseguir que el que ahora les escribe desde este humilde blog lo haga libremente, sin presiones, ataduras ni órdenes o alabanzas teledirigidas. Suárez fue un político con mayúsculas, un estadista puro, alguien que se debía a su país y que, cuando vio que era más perjudicial que beneficioso, se bajó en marcha para no detener el paso y dejar su puesto a otros. Hay tanto que agradecerle que espero que la capilla ardiente quede varios días abierta al público, porque habrá gentes de toda España que quieran venir a Madrid a despedirse de él.

     Lástima que en estos años no hayamos aprendido nada de lo que él nos dejó. Junto con Carrillo y Fraga escenificaron lo que se trata sin duda de un acto conjunto y desinteresado de servicio a la nación, y no lo que hacen la inmensa mayoría de los actuales políticos, un paripé para propia vanagloria y consumo partidista. Espero que las nuevas generaciones aprendan mucho en todos los especiales que va a haber sobre Suárez en las televisiones, Y sobre todo, de mi generación depende hacerles comprender a los jóvenes de hoy (nuestro futuro mañana) lo él que hizo, es decir, cómo se tienen que hacer las cosas con dignidad.

     Descanse en paz.

martes, 25 de febrero de 2014

¿Eres más de Coca-Cola o de Mahou?


A raíz del anuncio del ERE que la compañía Coca-Cola Iberian Partners ha planteado para la plantilla que trabaja en España -además del cierre de cuatro plantas de embotellado-, la gente se ha echado a la calle pidiendo, por un lado, a la empresa que se meta el ERE donde le quepa y que no cierren las plantas; y por otro, le aconsejan al populacho que deje de consumir la bebida más famosa del mundo.
En lo primero tienen razón. Hay que defender derechos, luchar por una media de veintitantos años de antigüedad que tienen muchos de sus trabajadores y por mantener el empleo en este país, en la región, en la ciudad y en el barrio. Y si hay que llegar a las manos, pues se llega, que es el pan de los hijos. Pero lo que verdaderamente tienen que tener claro trabajadores y sindicatos es que luchar contra Coca-Cola es como si David fuera manco, sordo y ciego, y aún así se las quisiera ver con un Goliat armado hasta los dientes.
La marca americana es la más famosa del mundo, la que mejor imagen transmite a sus consumidores (y no consumidores), un prestigio de grande y digna que se ha ganado a pulso en más de 100 años de historia. Ni una cagada, ni un error, siempre al lado de la gente, la chispa de la vida, alegría, color rojo (en sus orígenes fue verde pero el rojo mola más), burbujas, cubata, ligth, zero, chapas, botellas de un verde único y con un diseño inigualable, tazas, camisetas, promociones, relojes, banderas, carteles… Un bar no es un bar si no ves algo de publicidad de Coca-cola. Un evento deportivo se convierte en una reunión de barrio si no ves a Coca-Cola. Te gustará o no, pero ahí está y es mucho más potente de lo que puedas imaginar. Las grandes marcas es lo que tienen, que hacen lo que tienen que hacer caiga quien caiga. Y las que además de ser grandes son buenas, tratan de hacer su voluntad lo mejor posible atenuando daños colaterales. Aparte que hay un dato que quizá no conoce la gente: Coca-Cola Iberian Partners es una empresa española que utiliza (con permiso) la marca Coca-Cola, y ya desde Atlanta, donde está la central mundial, ya les han llamado al orden para ver qué hacen por aquí, que la marca no la toca nadie.


Tratar que la gente no beba Coca-cola es como querer que deje de respirar porque el aire está sucio. Hace unos años, Gillete cerró su fábrica en Andalucía y la gente continuó afeitándose con sus cuchillas por mucho boicot que se aireó. Otra empresa líder mundial con una imagen impecable. Pues lo mismo va a ocurrir con Coca-cola. Está bien que lo pidan, pero no va a servir de nada. Es más: es una auténtica gilipollez. ¿Se imaginan un ERE en Maohu (o escoja usted cualquier otra gran marca, que casi todas se hacen en España, como la Coca-Cola)? No veo yo a la gente dejando de beber nuestra cerveza… de verdad, ahí, durante un partido  España – Alemania, ¿a base de Coronitas…?
Hay que luchar por el curro y por llevarse los garbanzos a la boca, pero eso de pedir que la gente no beba Coca-cola ha sido un pinchazo en hueso, ejercer el derecho al pataleo que, gracias a Dios, aún tenemos.

martes, 11 de febrero de 2014

Imagina la que se avecina


Desde hace varios años soy fiel seguidor a diario de un Blog. No suele ser habitual en mí esta clase de lealtades a una publicación en concreto porque, tarde o temprano, te aburren, no te aportan nada o te das cuenta de que están manipuladas por uno de esos grupos de poder de los que tanto se habla y que son como las meigas, que nadie las ha visto pero existen.


Lainformación.com (www.euribor.com.es) es un blog unipersonal de economía que apareció hace más de una década para informar del índice del Euribor a los que afortunadamente aún podemos pagar una hipoteca. Todos los días, a las 11:11 hrs. en punto, salvo casos excepcionales, muestra la cotización diaria del índice. Ésa fue la razón por la que me aficioné a visitar este Blog, conocer la evolución del Euribor y saber cómo le iba a afectar a mi hipoteca cuando llegara la hora de las revisiones.
Ese morbo insano de saber lo que mi banco me iba –y me va–  a soplar en cada cuota se ha visto relegado hace tiempo por los interesantísimos artículos que aparecen redactados y colgados cada día. El autor –del que no sé el nombre– habla de economía de una forma sencilla para que cualquier ignorante como yo pueda conocer un poquito más los tejemanejes tanto de micro como de macro. No sólo suelen ser textos interesantes sino que además este hombre suele hacer gala de un magnífico talento educador y divulgador, de tal forma que no sólo te enteras de cosas curiosas sino que además te deja siempre un halo de incertidumbre o duda para que aprendas a pensar y sacar tus propias conclusiones.
Hacía ya meses que yo no encontraba un minuto para inaugurar mi triste Blog este año –cosa me angustiaba–, y creo que esta es una magnífica excusa para hacerlo, aunque sea redirigiendo a mis seguidores a un artículo de otro Blog, pero creo que hoy está muy alineado con mis ideas. Merece la pena. Además, en este caso sólo te va a suponer mirar unas cuantas imágenes de mapas y saber, por ejemplo, que África es tan grande como casi toda Europa sumándole EEUU más India más China y más Japón. ¿Se imaginan todos estos países pasando hambre todos los días?
Por favor, pincha el enlace y echa un vistazo. Y luego ya, si eso, le das dos o tres vueltas a la cabeza. http://www.euribor.com.es/2014/02/11/mapas/
De nada. :-)