Quizá es que yo
soy demasiado sensiblón, o que cuando la noticia tiene como protagonista a
niños me impresiona sobre todas las cosas, pero sea como fuere, creo que
estamos perdiendo la noción de contemplar las cosas en su justa medida, sobre
todo en España.
Ayer fueron
asesinados a sangre fría y sin contemplaciones 145 niños en Pakistán. Me sobrecogió
que Carlos Alsina, en Onda Cero, abriera su “Brújula” a las ocho de la tarde con
un relato afectado y pormenorizado de la masacre. El periodista, con el que
coincido casi siempre en criterio y sorna, estaba tocado, casi hundido. Dejó de
lado el resto de noticias del planeta y se centró en hacernos conocedores de la
barbarie en toda su dimensión. Incluso tres horas más tarde, cuando su programa
aborda una célebre sección de economía, Alsina seguía a vueltas con el tema y
sus contertulios economistas dejaban de lado los números y se ciscaban en todo
lo que se mueve ante tamaño atentado.
Ayer por la
tarde no podía por menos que estar consternado y perplejo, pero mi perplejidad
fue en aumento cuando comencé a ver noticiarios en la televisión a eso de las 9
de la noche. Antena 3, de la que tengo un alto concepto periodístico, abrió con
el caso Pujol, y después pasó a la Infanta, luego se metió con Artur Mas… y ya no
sé qué más (porque mi asombro me ha hecho olvidar el resto). Hasta que, como
cuarta o quinta noticia, contó la matanza de los talibanes. No me podía creer
que un medio de comunicación de contrastado prestigio metiera la pata de tal
manera. ¿El editor del telediario estaba de vacaciones? Hasta me hizo dudar si
el que no tiene criterio soy yo. Por eso hoy mismo me he puesto a ver las
portadas de los periódicos digitales españoles: ABC, El mundo, El país, El
confidencial, La vanguardia, El correo, La voz de Galicia y Diario de Navarra. Ninguno
de ellos, NINGUNO, abre con el asesinato de 145 niños en un colegio de
Pakistán, que es tanto como decir el particular 11-S u 11-M de ese país en lo
que a terrorismo se refiere ha pasado como una noticia de sucesos en España. El
que más se acerca lo pone como tercera o cuarta notica detrás de la ristra de
chorizos corruptos que cuelgan de este país.
Si la prensa pierde el norte nos perderemos todos irremediablemente. |
Por el
contrario, si nos damos una vuelta por el resto de países, Le Monde abre con la
noticia de los niños; Il Corriere della sera la coloca en tercera posición; The
New York Times, en segunda (detrás del secuestro de Sidney); Spiegel coloca un
video en segunda; The Times abre cabecera con ella.
Este país no
tiene remedio. Hasta los editores de los medios de comunicación han perdido el
norte y ya se dejan llevar por asuntos que más tienen que ver con páginas de
sucesos (porque un corrupto no deja de ser un jodido y rastrero mangaparaguas a
gran escala). ¿Tan importante son Pujol y
familia, las gilitonteces de Mas, el maguis de la Infanta -y su duquito-,
Fabra, Matas… como para que la muerte de 145 niños ejecutados pase en España a
un segundo plano? Si la prensa pierde el norte, verdaderamente podemos darnos
por jodidos.
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