Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Joder la Navidad

¿Qué se celebra el 25 de diciembre? Tómese su tiempo, porque la respuesta es fácil pero deberá recordarla y defenderla todo lo que dura este artículo, no se vaya a volver luego atrás, que entonces quedará descalificado.
Una vez más: ¿qué se celebra el 25 de diciembre? La respuesta no puede ser otra que la Navidad, sí, el hecho de que una mujer tuviera un niño en un lugar llamado Belén hace unos 2012 años. Esto es irrefutable (no que la virgen tuviera al niño ni que fuera virgen, sino que el 25 se celebra la Navidad).
NAVIDAD: buey, virgen, niño, payo y mula. Irrefutable.
Por lo tanto, si esto es así, ¿a qué viene que haya gente que ponga pegas a que las felicitaciones muestren un pesebre? No lo entiendo. Son ganas de sacar las cosas de quicio, provocar. AUnque ya sé de dónde cojea toda esta gente, ese tipo de personas sin cimientos que les gusta hacer comuniones civiles y bautizos laicos. Desde mi absoluto respeto a todas las creencias y a todas las posturas en la vida (posturas fundamentadas), este tipo de gente que niega la mayor porque sí, mucho me temo que son cortas de miras, que no tienen criterio para elegir ni el color de la ropa interior con la que se visten. Y, además, me temo que serán de esos que defienden que hay que construir mezquitas a los moros, pagodas a los chinos y templos a los budistas. Loor a todas las religiones pero las felicitaciones de Navidad van sin pesebre. No tengo, como digo y reclaco, nada contra nadie, pero me toca mucho las narices que seamos muy buenos con los de fuera y unos cretinos con los de dentro, con tu propios paisanos, con tu propia familia, con tus raíces, contigo mismo.
A ver… zoquete: que Navidad sólo hay una y recuerda un nacimiento, que no es una fiesta laica, que si tú, tonto de la baba, no quieres celebrarla, me parece genial, pero deja a la gente que sí cree en esas cosas que celebre lo que quiera y como quiera. Y estoy de acuerdo que el Estado es laico (aunque, más que laico, debería ser laico y aconfesional), que los crucifijos en los colegios públicos deberían desaparecer, que la religión no es una asignatura, y mucho menos debe ser evaluable, pero si en estas fechas se celebra la Navidad, las felicitaciones pueden mostrar perfectamente un pesebre con virgen, niño, payo, mula y buey, envíe la felicitación el Congreso, el Senado o el mercado de las Maravillas. Es Navidad, ergo… nace un niño.
Y si no es así, que cambien el nombre de las fiestas y que deje de ser día de vacaciones, que lo trasladen al… no sé, al 17 de marzo, sí, al día de San Patricio, y ya verán como entonces no ocurre nada porque aparezcan estampitas del santo por ahí. Nadie se quejará.
Y luego hay gilipollas que se ofuscan porque hay comercios que abren el día de la Constitución. Si no creen en ella, pues que abran. No hacen daño a nadie. Igual que el niño y el pesebre. Igual que nadie se queja por las banderas que se muestran el día del orgullo gay, o el día de la mujer trabajadora, o el primero de mayo. La cuestión es tocar los cojones con cualquier excusa.

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