A mí que no me jodan. La paciencia tiene un límite y la mía, desde hace tiempo, se va alargando como la sombra de los cipreses, pero es que cuando me toman por idiota (y en este Blog ya lo he dicho alguna vez que otra), me salgo de mis casillas.
¿Qué ha ocurrido con la primavera de Praga en el 67? ¿Y el mayo del 68 en París? ¿Y las carreras delante de los grises por la Ciudad Universitaria de Madrid? ¿Y la revuelta estudiantil del 87? Todos fueron actos heroicos en pro de una sociedad más justa y mejor, ¿no? Ahí nadie puso en entredicho las razones que movilizaron a las masas. Eran tan obvias que asomar el hocico de la duda te podía costar la cara o la vida.
Pues hoy, todos aquellos que vestían pieles de cordero en aquellas revueltas (me referiré sólo a las que se celebraron en suelo español por ser más concreto), viran la proa hacia otro lado y se convierten en lobos, porque son ésos y no otros los que, siendo niños o niñatos entonces, hoy son maduros canosos y prostáticos y ocupan puestos de responsabilidad, manejan corrientes de opinión, políticos, economistas, empresarios, presidentes de medios de comunicación, golfos de puticlubs, lo que sea, pero no quieren que nadie les baje de su estatus dignamente conseguido a base de carreras sobre el asfalto y porrazos de la policía. Sus carnes trémulas hacen que cambien de bando y pasen de jovencitos insolentes y rebeldes a estadistas de pandereta. La comodidad y el poder les han transformado exactamente, repito, exactamente en aquello contra lo que lucharon.
Todo esto viene a colación de que hoy, por enésima vez, he vuelto a leer que el 15-M y ahora la revuelta de estudiantes de Valencia están manipuladas y teledirigidas. ¡Sí, por supuesto!, tanto como las que ustedes protagonizaron hace 30 ó 40 años! Exactamente en la misma medida. ¡Por favor…! ¿El “Cojo Manteca” era un simple ciudadano borreguil y no secuaz a sueldo de vaya usted a saber?
Si como dicen hoy las páginas del ABC, de El País, El Mundo y otros, todo está teledirigido, manipulado, si la vida es una gran mentira y nada es (ni será ni fue nunca) verdad, entonces deberíamos volver a julio del 89, exactamente al 11 de julio de 1789, tomar la Bastilla y hacer disfrutar a un montón de nobles de las delicias que proporciona la cuchilla de la guillotina. Borrón y cuenta nueva.
Estoy hasta los webos de manipuladores en medios de comunicación manejados por políticos (es decir, todos). Sí, de los rojos, los azules, los verdes, los rosas, amarillos… de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario