Hace un tiempo
escribí en este mismo blog que no volvería a hablar de los partidos de fútbol
entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona. Era la época del provocador y
malintencionado de Mourinho, que lo único que consiguió fue enrarecer el ambiente
de la selección nacional y jodernos a todos los españoles. Los hinchas de uno y
otro equipo, los de verdad, esos a los que nos gusta el fútbol por encima de
todo, a los que huimos de fanatismos, esos que nos hemos llevado generalmente bien
porque las vaciladas después de los partidos son siempre graciosas, acabamos
casi a pedradas porque aquel imbécil consiguió que pasáramos de las bravatas a
las descalificaciones, incluso a las amenazas. Por eso decidí no hablar nunca
más de ello, y lo he cumplido.
Hoy, de nuevo solemnemente,
voy a prometer no hablar de política en este blog. Lo que el españolito de a
pie lleva sufriendo en sus carnes desde hace varios años no tiene ni nombre ni
excusa ni explicación con un mínimo de razonabilidad, pero lo que he leído en
los tres últimos días me ha puesto los pelos de punta. No seré yo quien eche
más leña al fuego, al incendio, sí, a este incendio de dimensiones australianas.
En redes sociales empiezo a sentir el odio ajeno, el “paso por encima de todos
y de todo”, vamos, que solo me falta leer “¡a las armas!”. Con la experiencia
que tenemos en este país en lo que a guerras civiles se refiere (las contamos
por docenas), la verdad, no me cabe por ningún agujero del cuerpo el bigote de
una gamba.
Y es que la situación
se nos ha ido de las manos a todos. El cambio ha sido radical. Los que ya daban
caña a uno u otro lado, ahora lo hacen con un hacha en la mano y con ganas de
hacer daño, de enaltecer a los suyos, a los que sean. Pero es que, además, he
visto en redes sociales a gente que solo hablaba de poesía y ahora predice el
apocalipsis con nombres y apellidos, a músicos que llaman a la revolución, a
escritores que claman por el exterminio, personas que parecían mesuradas y
moderadas, que iban a lo suyo, prácticamente monotemáticas que nunca hacían ruido,
y ahora parecen haber fichado por una multinacional de agitadores a sueldo, de hostigadores
profesionales, gente que ha perdido el norte y, lo que es peor, llaman a perder
el norte a los demás a sabiendas del riesgo que se corre con ello.
Desde luego, a
mí tampoco me gusta lo que está pasando hoy en el país. Su situación política
es, cuanto menos, preocupante e inestable, pero sinceramente creo que está
lejos de ese armagedón que vaticinan unos o ese paraíso de diálogo que
proclaman otros. Porque las viejas y, en muchos casos, sabias glorias de uno y
otro lado tampoco lo ven claro, pero no nos llevan a los leones. Y el tono
sube. Y la tensión sube. Y la ira sube. Y eso nunca es bueno.
Así que no seré
yo quien, desde este humilde blog, vaya con mi garrafita de gasolina a ver cómo
se incrementa el desmadre. Punto en boca en lo que a política y designios
futuribles se refiere. Me envaino mi opinión mientras rezo para que la tormenta
pase cuanto antes. Aunque me temo que la nube es bien gorda y ni unos ni otros
quieren que nos deje de proyectar una negra sombra. Me reté a no hablar más de fútbol.
Ahora veo el envite de la política y subo cinco más.
Es una pena y
me fastidia, pero al menos pongo mi granito de arena por el bien común. Y si
tú, lector, has llegado hasta aquí, ¿ves mi envite? ¿Te apuntas?
Pues no soy ni poeta, ni musico ni escritor, pero aun así no sé si darme por aludido o no.
ResponderEliminarEl caso es que soy de esos que NUNCA se había pronunciado en las redes sociales, pero también de los que de un tiempo a esta parte NECESITAN decir “lo que se les pinta”. Y es que estoy estragado de que se me trate como un apestado por pensar diferente. Hasta las narices de que se me acuse de fascista y de poco dialogante cuando en este país los que deben dialogar llevan haciendolo desde el 75 ininterrumpidamente, a pesar de los pactos del Tineo, los cordones sanitarios, los “noes es noes”, los “de entrada no”, las acusaciones de golpe de estado, los escraches etc.
Hasta la punta estoy de que unos llenen las calles con “alarmas antifascistas” con “rodeemos el congreso” etc mientras otros callan pacientemente aguantando carros y carretas.
Hasta la punta de que se me llame xenófobo por querer poner orden a la inmigración, de que se me llame violador por ser varón, de que se me llame golpista por pensar que habría que devolver competencias al gobierno central, de que se me llame burgués por cobrar más del salario mínimo.
Y como yo, millones de españoles que han estado callados empiezan a piar… y ahora resulta que esto es crispación, solo ahora resulta que esto es crispación. Pues sí, estoy crispado.
Que conste que no lo digo por ti, lo pongo en tu blog porque has sacado el tema……
Y ahora esto si te lo voy a decir a ti, en lo de Mou estás equivocado. Lo de Mou es muy parecido a lo anterior. Hasta la punta estábamos del trato de favor que desde la presa se daba al Barcelona, al equipo del nuevo régimen, y del trato vejatorio, y de la inquina con la que se trataba al Real Madrid (y de esto podemos hablar largo uy tendido) y hasta la punta de no sentirnos defendidos adecuadamente por nuestro club y por lo que se suponían que era nuestra prensa, la prensa mesetaria, MARCA y AS, vaya tela…) Por eso MOU fue un soplo de aire fresco. Pero claro, es Mou el que rompe la selección….
Bueno tú, si no vas a hablar ni de política ni de futbol, y de sexo ya ni te cuento… ¿de qué coño vas a hablar???? ¿de médicos? Estamos entrando en esa edad, la verdad……..
Un abrazo.
No tienes que darte por aludido (si no quieres) porque yo, en concreto, no aludo a nadie en particular y a todos lo que veo en general. De cualquier forma, como solo tengo dos ojos y un cerebro (maltrecho a esta edad) celebro opiniones y puntos de vista distintos siempre y cuando no inciten a nada. Una cosa es quejarse y dar la opinión, y otra atacar, descalificar, insultar, violentar... Creo que me explico. Y a ti te veo harto pero no incendiario (de momento).
ResponderEliminarAsí que gracias por lo comentado, que se agradece como decía otras ópticas.
Y con respecto a Mou, pues qué quieres que te diga, que no hablo de fútbol y que, además, el hombre de momento no me merece violar mi palabra dada (ni siquiera el esfuerzo de planteármelo).
Abrz,
jajaja, perfecto, entonces me ha tocado la loteria, cada vez que quiera dar un repasito a un culé me vendre aquí a despotricar, con la seguridad de no ser rebatido!!!
ResponderEliminarMe parece estupendo!
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