Propongo
cambiar el refrán “Haz bien y no mires a quien” por “no hace falta que hagas el
bien, de verdad, no te esfuerces en sacrificarte pero, por favor, que tus
acciones no perjudiquen al que tienes al lado”. Quizá sea demasiado largo. A lo
mejor es más provechoso condensarlo en el verso del maestro Serrat “niño, deja
de joder con la pelota”, ¡claro!”, sustituyendo niño por “niño, niña, homosexual,
heterosexual, transexual, asexual, joven, jóvena,
hombre, mujer, viejo, vieja, ser humano, ser humana, engendro o engendra….” ¡Joder!,
lo siento Serrat: que se quede con “deja de joder con la pelota” a secas.
Egoísmo,
egocentrismo, incluso egolatría a veces… Eso es lo que le ocurre al individuo
en general en esta sociedad del siglo XXI. Vamos a mi bola, solo me importa lo
mío, aquello que me rodea y puede afectarme, lo que me hace perder el sueño “a
mí” y no a ti. Prima el “Yo, mi, me, conmigo”. El “tú, te, contigo”, pues eso: tú no me importas, que te jodan, contigo ni al hospital.
No sé si nos
damos cuenta de cuál es nuestra actitud a diario, a cada minuto del día,
incluso en el cuarto de baño. Me muevo por objetivos, por mis objetivos, o si lo hago por los de un equipo es porque yo saco
beneficio. Lo mismo ocurre cuando nos cruzamos con alguna persona. Únicamente
me interrelaciono con una sonrisa o preguntando por su trabajo, patología
médica o problema familiar, si con ello saco algo a cambio, es decir, que sienta
aprecio por mí, que me deba un favor, que se sienta en desventaja conmigo.
Vamos tan a lo nuestro que nos hemos vuelto tan fríos que no es infrecuente que
aquel que te ha hecho un favor sin habérselo pedido, luego te pase factura. Eso
del “dar sin esperar recibir” ya no se estila. Es antiguo, religioso, no está
de moda, incluso se considera fuera de lugar.
Emulando una
publicación de Facebook, ahora si practicas ciertos valores cívicos, morales,
éticos, religiosos, ¡los que sean!, eres un pringado. Eso de la honestidad (no
defraudar a Hacienda, devolver un cambio excesivo mal dado, no tocar los webos
cuando no debes hacerlo) es de tontos. Si tienes cierta disciplina eres un TOC…
Lo de "vive y deja vivir" ya no se estila. Es más actual el "joder por joder", ser un bulldozer social, personal y profesional. |
Estamos en la
época del vale todo, del caiga quien caiga, del sálvese quien pueda sin
importar mujeres y niños… Esta visión de futuro me tiene desesperanzado y francamente
acojonado, porque cualquier día aparece un compañero, un amigo, un familiar, y
te hace alguna cabronada porque a él le viene que ni pintada la ocasión. Y no
hay problema. Ni remordimientos, ni nada. Incluso además tienen el rostro de
pedirte cuentas.
Que sí, que lo
digo muchas veces pero me lo empiezo a creer, que va a ser cuestión de irse
lejos de todo y de todos. Y no se trataría de huir, sino de apartarse de
problemas gratuitos y no buscados, de discusiones que no conducen a ningún lado,
de berrinches, sinsabores, preocupaciones y escasez de simpatías y sueño. Mi
lema siempre ha sido “vive y deja vivir”, pero ya ni eso nos van a dejar hacer.
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