Tanta mierda me tiene aburrido, tanta denuncia por
corrupción, por egoísmo, por corteza de miras… ¡Ay!, por todo. Lees un
periódico y crees que el noventa por ciento de las noticias son invención de un
escritor de ciencia ficción. No hay dos columnas limpias donde no salga un
corrupto o simplemente un hijo de puta, desde políticos a futbolistas, pasando
por empresarios, sindicalistas, artistas, duques consortes o jueces
prevaricadores, manifestantes agresivos, escritores, editores, comunicadores,
televisiones privadas o autonómicas… La mierda y la podredumbre nos rodea y yo
me siento ya sin fuerzas y sin argumentos para luchar contra ella, para alzar
la voz y aportar mi granito de arena.
Creo que estoy liquidando mis energías a precios de
saldo porque lucho contra un enemigo equivocado. Y es que el mundo cambia, y la
civilización tal y como la conocemos se va poco a poco por el desagüe. Cambian
los valores. Ya les pasó a los egipcios, a los mayas, a los griegos y a los
romanos. Los fundamentos de nuestra civilización se deshacen transformándose en
otros que darán lugar a una nueva cultura. Igual que los hombres primitivos tuvieron
que aprender a convivir con la naturaleza y a evitar sus peligros, a nuestros
hijos les va a tocar advertir y esquivar dentro de lo posible todas esas amenazas
en forma de corrupción, cárcel, dinero blanco o negro, tarjetas de crédito black
indetectables para Hacienda, tráfico de drogas o de personas o de influencias…
Serán los peligros a evitar, porque cada vez estoy más que convencido de que no hay quien acabe con esta situación. Esto va a ir a más hasta
instalarse como la cultura general de una nueva civilización.
Dentro de poco, una imagen así será demostrativa de que por Egipto pasaron tres civilizaciones : la antigua, la moderna y la futura |
Dentro de diez, cincuenta... no más de cien años, la sociedad se moverá por intereses individuales en contra del
bien común. Será un sálvese quien pueda. Habrá una oligarquía que sólo se mirará su propio obligo.
La sociedad planetaria será global, diseñada fríamente por unos pocos. Dará lo
mismo vivir en Madrid que en Hong Kong. Los problemas serán los mismos en todos
lados. Será como volver de nuevo a la Edad Media, pero el poder de los señores traspasará condados extendiéndose a cada rincón del globo. Y lo peor de todo
es que mucho me temo que todo esto ya está ocurriendo y que no nos damos
cuenta. El pueblo llanote ha perdido la batalla antes de que siquiera comience.
En cualquier caso, lo único cierto, de lo que no
tengo ninguna duda, es que me aburre ver siempre las mismas noticias en los periódicos.
Sólo me surge una pregunta. ¿Cómo denominarán a este periodo los libros de
Historia?
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