Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



ESPACIO

UN ESPACIO PARA CONTAR LO QUE ME DA LA GANA


miércoles, 13 de noviembre de 2019

Miedo


De verdad que estoy acojonado, que no es una frase hecha, vamos, que me siento aterrorizado, yéndome por las patas abajo. Que de todos los que me leen, es sabido mi poca fe en este país, porque los antecedentes que nos marcan desde hace varios siglos no son nada alentadores y el pasado más inmediato tampoco era demasiado halagüeño. Pero es que el presente es para echarse a temblar. No hay Dios, si siquiera caballero Jedi, que lo afronte con valentía y optimismo.
Uno ya peina canas y acaba de superar los 54 otoños, que es cuando nací. Ni me voy a dejar alarmar por lo que leía hoy en la prensa más tradicionalista (en algún caso, conservadora, ultraconservadora o, directamente, facha), ni me voy a quedar tranquilo creyéndome lo que apunta el sector de la comunicación de signo contrario. Porque uno fue buen estudiante de periodismo y, no solo se mete entre los ojos varios periódicos al día de cualquier color, sino que intenta cribar lo que cada uno publica, a ver si saca algo en claro.
Y hoy saco en claro tantas cosas, y tan desalentadoras, que me rindo al pesimismo más tenebroso (y aquí apunto que seguramente Darth Vader estaría orgulloso del camino que recorremos, vamos, que diría que ni él mismo podría haberlo superado). Como decía, soy hombre de letras. Los tecnicismos en economía me producen cierto salpullido. Pero en matemáticas ando de madre porque soy asalariado, divorciado, tengo dos hijas y una hipoteca (¡ah, y un perro!). Sin cierto poderío en el manejo de números ya me habría ido al garete.

Darth Vader estaría orgulloso del camino que recorremos.

Pero no me enrollo más sobre mi persona. Paso entonces a relatar los hechos que me hacen que eso del “reverso tenebroso de la fuerza” me parezca un sueño de Hello Kitty en blanco y negro:
1.    Hace unos meses PSOE y UP no se podía ver.  Se llamaron de todo y, férreos en sus posiciones, nos llevaron a la casilla de salida.
2.    Como todos sabemos, en menos de 48 horas han negado la mayor y, ¡hale!, abrazo al canto, un abrazo en el que sospecho que cada uno llevaba un puñal en la mano. Y a la primera de cambio, ya se verá, tirarán de sable láser y se sacarán las tripas fuera.
3.    Si hay un idioma universal en el espacio interestelar, ese es el de las matemáticas. Dos y dos son cuatro aquí, en Marte, en Alfa-Centauro y en la Estrella de la Muerte. Estos dos partidos ya han dicho que van a aumentar el gasto público y, para pagarlo, incrementarán los impuestos a todo lo que se mueva. A todo. Las personas tendrán menos dinero que gastar, las empresas dispondrán de menos recursos para contratar, la productividad se irá a un agujero negro y con el tiempo tendremos unos servicios sociales “de todo a cien” utilizados por muchísimas más personas de las que lo hacen hoy.
4.    No debo errar mucho en mi disquisición cuando en menos de 24 horas la bolsa ha bajado un 2%. Con el anuncio del Brexit o con las paridas de Trump nunca se desinfló tanto en tan poco tiempo. Ergo…, los empresarios de este país no confían una mierda en su futuro. Cierran grifos y comienzan a buscar mejores vientos para navegar, por ejemplo en Portugal, que, por cierto, tiene una prima de riesgo más baja que la nuestra desde hace meses.
5.    Como las cosas se van a poner difíciles por el simple hecho de que la gente no sabe sumar (sí, todo se reduce a eso), las cuentas no saldrán, y comenzaremos a endeudarnos más y más. Espero que aquí no suceda, y rezo a quien sea para que los que manejen el cotarro tengan suficientes luces eviten provocar tiempos aún más difíciles de los que se avecinan, pero mucho me temo que puede ocurrir que, para capear el temporal y seguir arriba del todo, se comiencen a cambiar leyes para convertirlas cada vez en más restrictivas, y a nacionalizar no sé qué y no sé cuántos y así la gente no vea cortado su acceso a bienes indispensables como el agua, la luz, el gas, y luego la comida… ¿Les suena el rollo?
De verdad, que esta vez me muero de miedo, que no va de coña, que no hay mayor peligro que dejar que un mono coja un hacha o un idiota esgrima el bastón de mando. Que a nadie le extrañe si pillo las de Villadiego. Porque no quiero llantos ni crujir de dientes. Ni izquierda ni derecha, ni mucho menos extremos. Solo quiero sentido común. Y que sepan sumar.



4 comentarios:

  1. Llevo tiempo pensando en largarme a Portugal.

    ResponderEliminar
  2. Excelente reflexión Javier y cuánto de verdad hay en lo que dices y lo digo con conocimiento y responsabilidad.
    Para los que piensen que en España no va a pasar eso ni lo otro.., el tiempo dira.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues casi mejor que nos equivoquemos, pero como dices, el tiempo dirá... Gracias por el comentario. Salu2.

      Eliminar
  3. Pues no te lo pienses mucho más... Gracias por el comentario. Salu2.

    ResponderEliminar