De verdad que
estoy acojonado, que no es una frase hecha, vamos, que me siento aterrorizado,
yéndome por las patas abajo. Que de todos los que me leen, es sabido mi poca fe
en este país, porque los antecedentes que nos marcan desde hace varios siglos
no son nada alentadores y el pasado más inmediato tampoco era demasiado halagüeño.
Pero es que el presente es para echarse a temblar. No hay Dios, si siquiera
caballero Jedi, que lo afronte con valentía y optimismo.
Uno ya peina
canas y acaba de superar los 54 otoños, que es cuando nací. Ni me voy a dejar alarmar
por lo que leía hoy en la prensa más tradicionalista (en algún caso,
conservadora, ultraconservadora o, directamente, facha), ni me voy a quedar
tranquilo creyéndome lo que apunta el sector de la comunicación de signo
contrario. Porque uno fue buen estudiante de periodismo y, no solo se mete
entre los ojos varios periódicos al día de cualquier color, sino que intenta
cribar lo que cada uno publica, a ver si saca algo en claro.
Y hoy saco en
claro tantas cosas, y tan desalentadoras, que me rindo al pesimismo más
tenebroso (y aquí apunto que seguramente Darth Vader estaría orgulloso del
camino que recorremos, vamos, que diría que ni él mismo podría haberlo superado).
Como decía, soy hombre de letras. Los tecnicismos en economía me producen cierto
salpullido. Pero en matemáticas ando de madre porque soy asalariado,
divorciado, tengo dos hijas y una hipoteca (¡ah, y un perro!). Sin cierto poderío
en el manejo de números ya me habría ido al garete.
Darth Vader estaría orgulloso del camino que recorremos. |
Pero no me enrollo
más sobre mi persona. Paso entonces a relatar los hechos que me hacen que eso
del “reverso tenebroso de la fuerza” me parezca un sueño de Hello Kitty en
blanco y negro:
1.
Hace unos meses PSOE y UP no se podía ver. Se llamaron de todo y, férreos en sus posiciones, nos llevaron a la
casilla de salida.
2.
Como todos sabemos, en menos de 48 horas han
negado la mayor y, ¡hale!, abrazo al canto, un abrazo en el que sospecho
que cada uno llevaba un puñal en la mano. Y a la primera de cambio, ya se verá, tirarán de
sable láser y se sacarán las tripas fuera.
3.
Si hay un idioma universal en el espacio
interestelar, ese es el de las matemáticas. Dos y dos son cuatro aquí, en Marte, en Alfa-Centauro
y en la Estrella de la Muerte. Estos dos partidos ya han dicho que van a aumentar
el gasto público y, para pagarlo, incrementarán los impuestos a todo lo que se
mueva. A todo. Las personas tendrán menos dinero que gastar, las empresas dispondrán
de menos recursos para contratar, la productividad se irá a un agujero negro y con
el tiempo tendremos unos servicios sociales “de todo a cien” utilizados por
muchísimas más personas de las que lo hacen hoy.
4.
No debo errar mucho en mi disquisición cuando en
menos de 24 horas la bolsa ha bajado un 2%. Con el anuncio del Brexit o con las
paridas de Trump nunca se desinfló tanto en tan poco tiempo. Ergo…, los
empresarios de este país no confían una mierda en su futuro. Cierran grifos y
comienzan a buscar mejores vientos para navegar, por ejemplo en Portugal, que,
por cierto, tiene una prima de riesgo más baja que la nuestra desde hace meses.
5.
Como las cosas se van a poner difíciles por el
simple hecho de que la gente no sabe sumar (sí, todo se reduce a eso), las
cuentas no saldrán, y comenzaremos a endeudarnos más y más. Espero que aquí no
suceda, y rezo a quien sea para que los que manejen el cotarro tengan suficientes
luces eviten provocar tiempos aún más difíciles de los que se avecinan, pero mucho
me temo que puede ocurrir que, para capear el temporal y seguir arriba del
todo, se comiencen a cambiar leyes para convertirlas cada vez en más
restrictivas, y a nacionalizar no sé qué y no sé cuántos y así la gente no vea
cortado su acceso a bienes indispensables como el agua, la luz, el gas, y luego
la comida… ¿Les suena el rollo?
De verdad, que
esta vez me muero de miedo, que no va de coña, que no hay mayor peligro que dejar que un mono coja un hacha o un idiota esgrima el bastón de mando. Que a nadie le extrañe
si pillo las de Villadiego. Porque no quiero llantos ni crujir de dientes. Ni izquierda
ni derecha, ni mucho menos extremos. Solo quiero sentido común. Y que sepan
sumar.
Llevo tiempo pensando en largarme a Portugal.
ResponderEliminarExcelente reflexión Javier y cuánto de verdad hay en lo que dices y lo digo con conocimiento y responsabilidad.
ResponderEliminarPara los que piensen que en España no va a pasar eso ni lo otro.., el tiempo dira.
Pues casi mejor que nos equivoquemos, pero como dices, el tiempo dirá... Gracias por el comentario. Salu2.
EliminarPues no te lo pienses mucho más... Gracias por el comentario. Salu2.
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