Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



ESPACIO

UN ESPACIO PARA CONTAR LO QUE ME DA LA GANA


viernes, 27 de enero de 2017

Conjeturas 2017: ¡Reto aceptado!

No quiero dejar pasar febrero sin haber escrito antes algo en este blog, que lo tengo abandonado. Y no quiero excusarme con que no tengo tiempo, que el lanzamiento de mi última novela publicada me tiene secuestrado por lo bien que va, o que la escritura de una nueva retiene mi capacidad de inventiva y comunicación. Lo que me pasa es que, aunque están ocurriendo muchas cosas a mi alrededor, en mi casa, en mi barrio, en mi pueblo, en mi trabajo, en España, en Europa o en el mundo, me doy cuenta de que todo es cíclico, que aquellas cosas de las que me quejaba en este mismo blog hace seis años, se están repitiendo, sobre todo a lo que a política o aspectos sociales se refiere. Por ejemplo, ¡qué voy a decir de Trump que no haya dicho ya de Aznar, Zapatero o Hugo Chávez! Lo aplicable al nuevo presidente de Estados Unidos es una selección de lo peor de los tres anteriores.
Hacer conjeturas sobre qué ocurrirá en 2017 es absurdo, lo mismo que hacerlo al comienzo de cualquier año. Por muchas suposiciones, estudios o derivadas que se practiquen, nunca se acertará porque todo es imprevisible. El Reino Unido realizará su Brexit, EEUU construirá un muro, el paro bajará en España, se le meterá mano de una vez a la guerra de Siria… Imaginemos que todo se produce y pensemos en las consecuencias: el euro se desploma y desaparece (como leí que augura un gurú yankee); el muro solo sirve para gastar cemento porque los mejicanos siguen pasando a paladas y Trump se cabrea por hacer el ridículo y corta relaciones con su vecino; en España baja el paro pero no es suficiente porque los cotizantes bajan, se le mete mano a la guerra de Siria pero eso supone que USA y Rusia se mosquean entre ellos porque cada uno quiere hacerlo de una forma distinta… Total, que en diciembre tenemos montado un Belén en el planeta más complicado que en el que estamos ahora inmersos. Espero que sea mucho mejor de lo que lo pinto, pero mejor no pensarlo, ni para bien ni para mal. Además, no podemos influir en ninguna de estos casos.
En lo que sí podemos jugar a ser adivinos es en nuestra propia vida, aunque siempre dentro de un orden y aplicando un factor de incertidumbre relativamente alto, además de ponernos pocas pretensiones y, sobre todo, accesibles y con posibilidad (y ganas, muchas ganas) de cumplirlas. No me sirven deportes, aprendizaje de idiomas o dietas si no creemos firmemente en ellos. Los gimnasios, las academias y las clínicas se abarrotan en enero y se vacían antes de que llegue febrero. Pongámonos entonces retos que podamos conseguir y que nos cueste un esfuerzo aceptable y medible. Yo, por ejemplo, entre otros pequeños objetivos, me he propuesto escribir en este Blog al menos dos veces al mes, y este enero lo he conseguido (aunque este artículo no sirva de mucho). El año que viene, si consigo el desafío de este, intentaré publicar una vez por semana como hacía antes.

Barney era un tipo excepcional, increíble, porque no solo aceptaba retos imposible sino que era capaz de realizarlos. Pero recordemos, lo que veíamos a través de la pantalla era una serie de ficción (y en el caso de Barney, casi de ciencia-ficción).

Mucho ánimo para todos. Se puede conseguir, pero tan importante es creer en nuestras posibilidades como ser realistas de quiénes somos, dónde estamos y hasta donde podemos llegar.

Nos leemos en febrero. Y gracias por seguir ahí.



No hay comentarios:

Publicar un comentario