Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



ESPACIO

UN ESPACIO PARA CONTAR LO QUE ME DA LA GANA


jueves, 10 de noviembre de 2016

Ojos que no ven


Se acerca el final de 2016 a toda prisa y en todo este año tan solo he escrito dos artículos (con éste tres). Podría excusarme tomando como lema el título de este blog. Ya en su primera aportación advertía que escribiría cuándo y sobre lo que se me pintara. Pero no voy a ocultarme detrás de tan vaga razón. La cuestión es que este año no he estado motivado para escribir, y eso fundamentalmente se ha debido a varias razones:
La primera es estrictamente personal y, como tal, si me da la gana la cuento y si no, pues no. Y va a ser que no. Tan solo diré que ha habido años mejores, y sobre todo espero que no los haya peores.
La segunda razón es que tampoco ha ocurrido nada que me incitara a escribir, a verter mi opinión por aquí. En lo personal hago lo que me da la gana y si quiero lo escribo o lo omito. Con respecto a la política de este país, ya sabemos que da asco. Y para repetirlo por enésima vez me he ahorrado el esfuerzo. De lo que cada vez estoy más convencido es que estamos a años luz de la Europa más avanzada. Somos torpes, egoístas, incultos, incívicos, idiotas e imbéciles. Ahora comprendo a aquellos que, en el siglo XIX, eran llamados despectivamente “afrancesados”. Yo casi estoy por considerarme apátrida porque, visto que ha ocurrido hace poco en Gran Bretaña y ayer en Estados Unidos, me da por pensar que ya no solo es España, sino el planeta entero el que se está yendo definitivamente al carajo.
Una tercera razón ha sido la pereza, muy humana, muy española, y muy mía.
Y una cuarta es que, cuando me enfrasco en la escritura de una nueva novela, me olvido un poco de este pobre, humilde y desatendido blog.

A veces no apetece trabajar. A veces no te dejan. A veces no quieres. A veces no puedes. 
Por eso, aunque en diciembre publico una novela, aunque me queden (calculo) dos meses aún de escritura de la nueva, y aunque la corrección me llevará otra media docena de meses si no un año entero, me comprometo a volver a plasmar aquí mi opinión, mi parecer, mis puntos de vista, mis ilusiones y mis cabreos, y no solo por mantener el blog activo, sino porque es sano para reducir adrenalina y comunicarse con el resto del planeta, aunque sea de forma indirecta. Uno se vuelve cada vez menos social y eso le hace tener más verborrea, y lo mejor es soltarla por escrito, que nadie te va a interrumpir. Como poco te dejan de leer, y ojos que no ven viento que te la sopla.




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