Fotografía: Atardecer en Serengeti

Fotografía: Atardecer en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania; © Fco. Javier Oliva, 2014



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jueves, 9 de febrero de 2012

Baltasar Garzón y Al Capone

Me explico, y esta vez no quiero dictar opinión sino servir de reflexión.
Hoy ha salido la sentencia que condena a Baltasar Garzón a un duro castigo por escuchar lo que no debe ni puede escuchar cuando un abogado trata de montar una defensa de un procesado. Eso dinamita el derecho a la defensa y es deleznable porque justamente ahí se apoya el Derecho. Hasta ahí, estoy casi de acuerdo.Pero voy un poco más allá.
Reflexione, sr. Garzón.
Garzón ha sido condenado por meter el hocico demasiado hondo en el caso Gurtel, caso del que, por su parte, ha salido absuelto con honores Francisco Camps, y del que aún no se ha procesado al resto de flor y nata de procesados. Así que el instructor sale condenado y uno de los acusados sale libre. Además, los fiscales que se han encargado del caso han hecho todo lo posible por liberarle de cargos, repito, los fiscales, y aún así se lo han cargado. Y encima con una pena que, sin entender una gota de Derecho, creo que es desmesurada. Lo condenan por prevaricación, y sin embargo a otros jueces que han pasado por similares acusaciones han salido mejor parados, incluso recientemente indultados. ¿No es chocante?
Reflexione, Sr. Grazón. Yo creo que lo que ha ocurrido es que el mundo de la judicatura la tenía tomada con Garzón, porque un tipo que se dedica a esto de ser juez y toma tanta notoriedad no es bueno, porque un tipo que destaca, automáticamente, por el principio de los vasos comunicantes, lo que hace es desprestigiar (incomprensiblemente en gente con cierta inteligencia) a sus compañeros de profesión. Pasa con los militares, con los diplomáticos, en las oficinas... ¡hasta en los equipos de fútbol! Además de destacar, Garzón cometió desde mi punto de vista el tremendo error de saltar a la política, y eso en un juez es aceptable si luego no hay vuelta atrás. Porque, quieras o no, al volver la gente dice que se te ha visto el plumero y te pueden achacar que te mueven tus ideales y no la juticia.
Garzón estorbaba y se lo han querido quitar de en medio ajusticiándole entre sus compañeros y públicamente. Primero le han dado una paliza (eso ha sido hoy), pero luego lo compararán con Al Capone. Porque seguro que la condena mayor, ejemplar, definitiva, será por los dineros de Nueva York y el Banco de Santander. De esta misma forma se cargaron hace poco menos de un siglo del famoso gánster, que lejos de meterle mano por lo que había hecho en asuntos de contrabando, juegos y drogas, le encerraron por defraudar al fisco.Yo no digo que la setencia de hoy esté bien o mal, que sea excesiva o no, que se atenga a derecho deje de atenerse. Lo que digo es que algo no huele bien, que los errores (Sr. Garzón) se pagan cuando uno se acuesta con políticos y se sale de la cama, y que la envidia es mala porque, en cuanto destacas, te cortan la cabeza. No creo que sea justo.
Ánimo por la parte que le toca, que no se acaba el mundo. Luche por lo que considere oportuno y justo, pero sea más cauteloso y menos estrella la próxima vez (si es que la hay), que nos hacen falta muchos "Garzones" en este país, pero si aparecen mejor que actúen a la chita callando y sin que la mano de un lado sepa lo que hace la otra (sin derechas ni izquierdas).

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